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La oración y la obediencia
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presentan sus peticiones ante Dios, invocando su promesa, mientras
no cumplen con las condiciones, insultan a Jehová. Invocan el nom-
bre de Cristo como su autoridad para el cumplimiento de la promesa,
pero no hacen las cosas que demostrarían fe en Cristo y amor por él.
Muchos no están cumpliendo las condiciones de aceptación por
el Padre. Necesitamos examinar detenidamente las disposiciones
que se han hecho para aproximarnos a Dios. Si somos desobedientes,
traemos al Señor un pagaré para que él lo haga efectivo cuando no
hemos cumplido las condiciones que lo harían pagadero a nosotros.
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Presentamos a Dios sus promesas y le pedimos que las cumpla,
cuando, al hacerlo, él deshonraría su propio nombre.
La promesa es: “Si estuvierais en mí, y mis palabras estuvieran
en vosotros, pedid todo lo que quisierais, y os será hecho”.
Juan
15:7
. Y Juan declara: “Y en esto sabemos que nosotros le hemos
conocido, si guardamos sus mandamientos. El que dice, yo le he
conocido, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y no
hay verdad en él, mas el que guarda su palabra, la caridad de Dios
está verdaderamente perfecta en él”.
1 Juan 2:3-5
.—
Palabras de
Vida del Gran Maestro, 110, 111
.
Debemos creer que Dios escucha, y luego poner en práctica
nuestras oraciones
—Los niños y jóvenes pueden acudir a Jesús
con sus cargas y perplejidades y saber que él respetará sus súpli-
cas y les dará precisamente lo que necesiten. Sed fervientes; sed
resueltos. Presentad la promesa a Dios, y luego creed, sin una duda.
No esperéis sentir emociones especiales antes que os parezca que
el Señor contesta. No indiquéis ningún modo particular en que el
Señor deba obrar por vosotros antes de creer que recibiréis las cosas
que le pedís, sino confiad en su palabra y dejad todo el asunto en
manos del Señor, con la plena fe de que vuestra oración será hon-
rada y recibiréis la respuesta en el momento exacto y en la forma
precisa en que vuestro Padre celestial crea que es para bien vuestro;
luego poned en práctica vuestras oraciones. Andad humildemente, y
seguid avanzando.—
Mensajes para los Jóvenes, 123
.
Oremos por la gracia para resistir la tentación
—En la vida
diaria tropezará con sorpresas repentinas, chascos y tentaciones.
¿Qué dice la Palabra? “Resistid al diablo”, confiando firmemente
en Dios, “y de vosotros huirá”. “Echen mano... de mi fortaleza, y
hagan paz conmigo. ¡Sí, que hagan paz conmigo!” Mire a Jesús