Página 167 - Primeros Escritos (1962)

Basic HTML Version

La caída del hombre
163
Satanás sabía que la mujer no caería sola. Adán, por su amor hacia
Eva, desobedeció la orden de Dios, y cayó con ella.
Las nuevas de la caída del hombre se difundieron por el cielo.
Toda arpa calló. Los ángeles, entristecidos, se sacaron las coronas de
la cabeza. Todo el cielo estaba en agitación. Se celebró una consulta
para decidir qué debía hacerse con la pareja culpable. Los ángeles
temían que extendieran la mano y comieran del árbol de la vida, y
llegasen a ser pecadores inmortales; pero Dios dijo que
expulsaría
del huerto a los transgresores. Fueron enviados inmediatamente
ángeles para impedir el acceso al árbol de la vida. Satanás había
estudiado y trazado su plan para que Adán y Eva desobedeciesen a
Dios, fueran objeto de su desaprobación, y luego participasen del
árbol de la vida, a fin de que pudiesen vivir para siempre en el pecado
y la desobediencia, y así el pecado se inmortalizaría. Pero fueron
enviados santos ángeles para que los expulsasen del huerto, y les
impidiesen acercarse al árbol de la vida. Cada uno de estos poderosos
ángeles tenía en su mano derecha algo que tenía apariencia de una
espada deslumbrante.
[149]
Entonces Satanás triunfó. Había hecho sufrir a otros por su caída.
El había sido expulsado del cielo, y ellos, del paraíso.
* * * * *