Página 170 - Primeros Escritos (1962)

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Primeros Escritos
por el abnegado sacrificio de Jesús, que consentía en dejar el seno de
su Padre al escoger una vida de sufrimientos y angustias para morir
ignominiosamente a fin de dar vida a otros.
Dijo el ángel: “¿Creéis que el Padre entregó sin lucha a su amado
Hijo? No, no. Aun el Dios del cielo tuvo que luchar para decidir
entre dejar que el hombre culpable pereciese o entregar a su amado
Hijo para que muriese por la raza humana.” Los ángeles estaban tan
interesados en la salvación del hombre que no faltaban entre ellos
quienes quisieran renunciar a su gloria y dar su vida por el hombre
que había de perecer. “Pero—dijo mi ángel acompañante—eso no
serviría de nada. La transgresión fué tan enorme que la vida de un
ángel no pagaría la deuda. Únicamente la muerte y las intercesiones
de su Hijo podían saldar esa deuda y salvar al hombre perdido de su
desesperada tristeza y miseria.”
Sin embargo, a los ángeles les fué asignada su obra, la de as-
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cender a la gloria y descender de ella con el bálsamo fortalecedor
para aliviar los sufrimientos del Hijo de Dios y servirle. También
les tocaría defender y custodiar a los súbditos de la gracia contra
los ángeles malos y librarlos de las tinieblas en que constantemente
trataría Satanás de envolverlos. Yo vi que le era imposible a Dios
alterar o mudar su ley para salvar al hombre perdido y condenado a
perecer; por lo tanto consintió en que su amado Hijo muriese por la
transgresión del hombre.
Satanás se alegró de nuevo con sus ángeles de que por haber
causado la caída del hombre lograba hacer descender al Hijo de
Dios de su excelsa posición. Dijo a sus ángeles que cuando Jesús
tomara la naturaleza del hombre caído, podría vencerlo e impedir el
cumplimiento del plan de salvación.
Se me mostró a Satanás tal como había sido antes: un ángel
excelso y feliz. Después se me lo mostró tal como es ahora. Todavía
tiene una regia figura. Todavía son nobles sus facciones, porque es
un ángel caído. Pero su semblante denota viva ansiedad, inquietud,
desdicha, malicia, odio, falacia, engaño y todo linaje de mal. Me fijé
especialmente en aquella frente que tan noble fuera. Comienza a
inclinarse hacia atrás desde los ojos. Vi que se viene dedicando al
mal desde hace tanto tiempo que en él las buenas cualidades están
degradadas, y todo rasgo malo se ha desarrollado. Sus ojos, astutos
y sagaces, denotaban profunda penetración. Su cuerpo era grande;