Página 52 - Primeros Escritos (1962)

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Primeros Escritos
cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis vosotros
que muchos pajarillos.
Lucas 12:3-7
.
Porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, que te
guarden; y, en las manos te sostendrán, para que no tropieces con tu
pie en piedra.
Lucas 4:10, 11
.
Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la
luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación
del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. Pero
tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del
poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo,
mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos,
mas no desamparados; derribados, pero no destruidos.
2 Corintios
4:6-9
.
Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un
cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros
las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se
ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
2 Corintios
4:17, 18
.
Que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para
alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en
el tiempo postrero. En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora
por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en
diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más
preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego,
sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado
Jesucristo.
1 Pedro 1:5-7
.
Porque ahora vivimos, si vosotros estáis firmes en el Señor.
1
Tesalonicenses 3:8
.
[29]
Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán
fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos
serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los
enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
Marcos 16:17, 18
.
Sus padres respondieron y les dijeron: Sabemos que éste es
nuestro hijo, y que nació ciego; pero cómo ve ahora, no lo sabemos;
o quién le haya abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos; edad
tiene, preguntadle a él; él hablará por sí mismo. Esto dijeron sus
padres, porque tenían miedo de los judíos, por cuanto los judíos ya
habían acordado que si alguno confesase que Jesús era el Mesías,