Página 66 - Primeros Escritos (1962)

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La puerta abierta y cerrada
El sábado 24 de marzo de 1849 tuvimos con los hermanos de
Topsham, Maine, una reunión muy agradable e interesante. El Espíri-
tu Santo fué derramado sobre nosotros y fuí arrebatada en Espíritu a
la ciudad del Dios viviente. Luego se me mostró que los mandamien-
tos de Dios y el testimonio de Jesucristo acerca de la puerta cerrada
no pueden separarse, y que el tiempo en que los mandamientos de
Dios habían de resplandecer en toda su importancia y cuando el
pueblo de Dios había de ser probado acerca de la verdad del sábado
era cuando se abriese la puerta en el lugar santísimo del santuario
celestial, donde está el arca que contiene los diez mandamientos.
Esta puerta no se abrió hasta que hubo terminado la mediación de
Jesús en el lugar santo del santuario en 1844. Entonces Jesús se
levantó, cerró la puerta del lugar santo, abrió la que da al santísimo
y pasó detrás del segundo velo, donde está ahora al lado del arca y
adonde llega la fe de Israel ahora.
Vi que Jesús había cerrado la puerta del lugar santo, y nadie
podía abrirla; y que había abierto la puerta que da acceso al lugar
santísimo, y nadie puede cerrarla.
Apocalipsis 3:7, 8
y que desde
que Jesús abrió la puerta que da al lugar santísimo, que contiene el
arca, los mandamientos han estado brillando hacia los hijos de Dios,
y éstos son probados acerca de la cuestión del sábado.
Vi que la prueba actual acerca del sábado no podía producirse
antes que terminase la mediación de Cristo en el lugar santo y
él hubiese pasado al interior del segundo velo. Por lo tanto, los
cristianos que durmieron antes que se abriese la puerta de acceso al
santísimo cuando terminó el clamor de medianoche, el séptimo mes,
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en 1844, sin haber guardado el verdadero día de reposo, descansan
ahora en esperanza; porque no tuvieron la luz ni la prueba acerca
del sábado que tenemos ahora desde que la puerta se abrió. Vi que
Satanás estaba tentando acerca de este punto a algunos de los hijos
de Dios. Debido a que tantos buenos cristianos se durmieron en
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Véase la página 86; también el Apéndice.
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