Página 105 - Historia de los Patriarcas y Profetas (2008)

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El llamamiento de Abraham
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en lo que parece ser únicamente un sendero de abnegación, trabajos
y sacrificios. Dios tiene un trabajo para ellos; pero una vida fácil y
la influencia de las amistades y los parientes impediría el desarrollo
de los rasgos esenciales para su realización. Los llama para que se
aparten de las influencias y los auxilios humanos, y les hace sentir la
necesidad de su ayuda, y de depender solamente de Dios, para que
él mismo pueda revelarse a ellos. ¿Quién está listo para renunciar a
los planes que ha abrigado y a las relaciones familiares tan pronto
lo llame la Providencia? ¿Quién aceptará nuevas obligaciones y en-
trará en campos inexplorados para hacer la obra de Dios con buena
voluntad y firmeza y contar sus pérdidas como ganancia por amor a
Cristo? El que haga esto tiene la fe de Abraham, y compartirá con él
el “más excelente y eterno peso de gloria”, con el cual no se pueden
comparar “las aflicciones del tiempo presente”.
2 Corintios 4:17
;
Romanos 8:18
.
El llamamiento del cielo le llegó a Abraham por primera vez
mientras vivía en “Ur de los Caldeos” (
Génesis 11:31
) y, obediente,
se trasladó a Harán. Hasta allí lo acompañó la familia de su padre,
pues con su idolatría ella mezclaba la adoración del Dios verdadero.
Allí permaneció Abraham hasta la muerte de Taré. Pero después de
la muerte de su padre la voz divina le ordenó proseguir su peregrina-
ción. Su hermano Nacor, con toda su familia, se quedó en su hogar y
con sus ídolos. Además de Sara, la esposa de Abraham, únicamente
Lot, cuyo padre Harán había fallecido hacía mucho tiempo, escogió
participar de la vida de peregrinaje del patriarca. Sin embargo, fue
una gran compañía la que salió de Mesopotamia. Abraham ya poseía
gran cantidad de ganado vacuno y lanar, que eran las riquezas del
Oriente, e iba acompañado de un gran número de criados y personas
dependientes de él. Se alejaba de la tierra de sus padres para nunca
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más volver, y llevó consigo todo lo que poseía, “todos los bienes
que habían ganado y las personas que habían adquirido en Harán”.
Génesis 12:5
. Entre los que le acompañaban muchos eran guiados
por motivos más altos que el interés propio. Mientras estuvieron
en Harán, Abraham y Sara los habían inducido a adorar y servir al
Dios verdadero. Estos se agregaron a la familia del patriarca, y le
acompañaron a la tierra prometida. “Y salieron para ir a tierra de
Canaán; y a tierra de Canaán llegaron”.
Vers. 5
.