Abraham en Canaán
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Un hogar piadoso bien dirigido constituye un argumento pode-
roso en favor de la religión cristiana, un argumento que el incrédulo
no puede negar. Todos pueden ver que una influencia trabaja en
la familia y afecta a los hijos, y que el Dios de Abraham está con
ellos. Si los hogares de los profesos cristianos tuviesen el debido
molde religioso, ejercerían una gran influencia en favor del bien.
Serían, ciertamente, “la luz del mundo”. El Dios del cielo habla a
todo padre fiel por medio de las palabras dirigidas a Abraham: “Yo
sé que mandará a sus hijos, y a su casa después de sí, que guarden
el camino de Jehová haciendo justicia, y juicio, para que haga venir
Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él”.
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