Página 152 - Historia de los Patriarcas y Profetas (2008)

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Historia de los Patriarcas y Profetas
y rectos que sean los principios de una persona, la influencia de un
cónyuge incrédulo tenderá a apartarla de Dios.
El que contrajo matrimonio antes de convertirse tiene después
de su conversión mayor obligación de ser fiel a su cónyuge, por
mucho que difieran en sus convicciones religiosas. Sin embargo,
las exigencias del Señor deben estar por encima de toda relación
terrenal, aunque como resultado vengan pruebas y persecuciones.
Manifestada en un espíritu de amor y mansedumbre, esta fidelidad
puede influir para ganar al cónyuge incrédulo. Pero el matrimonio
de cristianos con infieles está prohibido en la Sagrada Escritura.
El mandamiento del Señor dice: “No os juntéis en yugo con los
incrédulos”.
2 Corintios 6:14
; también
17, 18
.
Isaac fue sumamente honrado por Dios, al ser hecho heredero de
las promesas por las cuales sería bendecida la tierra; sin embargo, a la
edad de cuarenta años, se sometió al juicio de su padre cuando envió
a un servidor experto y piadoso a buscarle esposa. Y el resultado
de este matrimonio, que nos es presentado en las Escrituras, es un
tierno y hermoso cuadro de la felicidad doméstica: “Luego Isaac la
trajo a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer y la
amó. Así se consoló Isaac de la muerte de su madre”.
Génesis 24:67
.
¡Qué contraste entre la conducta de Isaac y la de la juventud de
nuestro tiempo, aun entre los que se dicen cristianos! Los jóvenes
creen con demasiada frecuencia que la entrega de sus afectos es un
asunto en el cual tienen que consultarse únicamente a sí mismos, un
asunto en el cual no deben intervenir ni Dios ni los padres. Mucho
antes de llegar a la edad madura, se creen competentes para hacer
su propia elección sin la ayuda de sus padres. Suelen bastarles unos
años de matrimonio para convencerlos de su error; pero muchas
veces es demasiado tarde para evitar las consecuencias perniciosas.
La falta de sabiduría y dominio propio que los indujo a hacer una
elección apresurada agrava el mal hasta que el matrimonio llega a
ser un amargo yugo. Así han arruinado muchos su felicidad en esta
vida y su esperanza de una vida venidera.
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Si hay un asunto que debe ser considerado cuidadosamente, y
en el cual se debe buscar el consejo de personas experimentadas
y de edad, es el matrimonio; si alguna vez se necesita la Biblia
como consejera, si alguna vez se debe buscar en oración la dirección