Página 307 - Historia de los Patriarcas y Profetas (2008)

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La enemistad de Satanás hacia la ley
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“Entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante
de él todas las gentes”.
Mateo 16:27
;
25:31, 32
.
Cuando se manifestó la presencia divina en el Sinaí, la gloria
del Señor era ante la vista de todo Israel como un fuego devorador.
Pero cuando venga Cristo en gloria con sus santos ángeles, toda la
tierra resplandecerá con el tremendo fulgor de su presencia. “Vendrá
nuestro Dios y no callará; fuego consumirá delante de él y tempestad
poderosa lo rodeará. Convocará a los cielos de arriba y a la tierra,
para juzgar a su pueblo”.
Salmos 50:3, 4
. De él procederá una
corriente de fuego que fundirá los elementos con su ardiente calor;
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y la tierra y las obras que hay en ella serán consumidas. “Cuando se
manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder,
en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron
a Dios ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo”.
2
Tesalonicenses 1:7, 8
.
Nunca, desde que se creó al hombre, se había presenciado seme-
jante manifestación del poder divino como cuando se proclamó la
ley desde el Sinaí. “La tierra tembló y destilaron los cielos; ante la
presencia de Dios, aquel Sinaí tembló, delante de Dios, del Dios de
Israel”.
Salmos 68:8
. En medio de las más terríficas convulsiones
de la naturaleza, la voz de Dios se oyó como una trompeta desde
la nube. El monte fue sacudido desde la base hasta la cima, y las
huestes de Israel, demudadas y temblorosas, cayeron de hinojos.
Aquel, cuya voz hizo entonces temblar la tierra, ha declarado:
“Su voz conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido di-
ciendo”. La Escritura dice: “Jehová ruge desde lo alto, y desde su
morada santa da su voz”, “y temblarán los cielos y la tierra”. En
aquel gran día que se acerca, el cielo mismo se apartará “se replegó
como un pergamino” Y todo monte y toda isla se moverán de su
sitio. “Temblará la tierra como un ebrio, y será removida como una
choza, pesará sobre ella su pecado, que nunca más se levantará”.
Hebreos 12:26
;
Jeremías 25:30
;
Joel 3:16
;
Apocalipsis 6:14
;
Isaías
24:20
.
“Por tanto, toda mano se debilitará y desfallecerá todo corazón
humano. Se llenarán de terror; angustias y dolores se apoderarán
de ellos [...] se asombrará cada cual al mirar a su compañero; sus
rostros son como llamaradas”. “Castigaré al mundo por su maldad