Página 321 - Historia de los Patriarcas y Profetas (2008)

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El tabernáculo y sus servicios
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cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por medio de un
hombre destinado para esto. Aquel macho cabrío llevará sobre sí
todas sus iniquidades a tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío
por el desierto”.
Vers. 21, 22
. Únicamente después de haberse alejado
al macho cabrío de esta manera, se consideraba el pueblo libre de
la carga de sus pecados. Todo hombre debía humillar su corazón
mientras se realizaba la obra de expiación. Todos los negocios se
suspendían, y toda la congregación de Israel pasaba el día en solemne
reverencia delante de Dios, en oración, ayuno y profundo análisis
del corazón.
Mediante este servicio anual se enseñaban al pueblo importantes
verdades acerca de la expiación. En la ofrenda por el pecado que se
ofrecía durante el año, se había aceptado un sustituto en lugar del
pecador; pero la sangre de la víctima no había completado expiación
por el pecado. No había previsto más que un medio en virtud del
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cual el pecado se transfería al santuario. Al ofrecerse la sangre, el
pecador reconocía la autoridad de la ley, confesaba la culpa de su
transgresión y expresaba su fe en Aquel que había de quitar los
pecados del mundo; pero no quedaba completamente exonerado de
la condenación de la ley.
El día de la expiación, el sumo sacerdote, llevando una ofrenda
por la congregación, entraba en el lugar santisímo con la sangre
y la rociaba sobre el propiciatorio, encima de las tablas de la ley.
En esa forma los requerimientos de la ley, que exigían la vida del
pecador, quedaban satisfechos. Entonces, en su carácter de mediador,
el sacerdote tomaba los pecados sobre sí mismo, y salía del santuario
llevando sobre él la carga de las culpas de Israel. A la puerta del
tabernáculo ponía las manos sobre la cabeza del macho cabrío de
Azazel, y confesaba “sobre él todas las iniquidades de los hijos de
Israel, y todas sus rebeliones y todos sus pecados. Así los pondrá
sobre la cabeza del macho cabrío”. Y cuando el macho cabrío que
llevaba estos pecados era conducido al desierto, se consideraba
que con él se alejaban para siempre del pueblo. Este es el servicio
definido como figura y sombra de las cosas celestiales”.
Hebreos
8:5
.
Como se ha dicho, el santuario terrenal fue construído por Moi-
sés, conforme al modelo que se le mostró en el monte. “Lo cual es
símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas