Página 329 - Historia de los Patriarcas y Profetas (2008)

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El pecado de Nadab y Abiú
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Santo, el cual está en vosotros, el cual habéis recibido de Dios, y que
no sois vuestros?, pues habéis sido comprados por precio; glorificad,
pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son
de Dios”. “Si, pues, coméis o bebéis o hacéis otra cosa, hacedlo todo
para la gloria de Dios”. A la iglesia de Cristo de todas las edades se
le dirige esta solemne y terrible advertencia: “Si alguno destruye el
templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios, el
cual sois vosotros, santo es”.
1 Corintios 6:19, 20
;
10:31
;
3:17
.
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[333]