Página 468 - Historia de los Patriarcas y Profetas (2008)

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Capítulo 47—La alianza con los Gabaonitas
Este capítulo está basado en Josué 9 y 10.
De siquem los Israelitas volvieron a su campamento de Gilgal.
Allí los visitó poco después una extraña embajada, que deseaba reali-
zar un pacto con ellos. Los embajadores manifestaron que venían de
tierras lejanas, cosa que parecía confirmar su apariencia. Llevaban
ropas viejas y raídas; sus sandalias estaban recosidas; sus provisio-
nes de boca estaban mohosas, y sus odres, rasgados y remendados,
como si se los hubiera reparado apresuradamente durante el viaje.
En su lejana tierra, situada, según ellos, más allá de los límites
de Palestina, sus conciudadanos habían oído hablar de las maravillas
que Dios realizó por su pueblo, y los habían mandado a hacer alianza
con Israel. A los hebreos se les había advertido especialmente que
no se aliaran en manera alguna con los idólatras de Canaán, y se
despertó una duda en la mente de los jefes acerca de si los extra-
ños decían la verdad o no. “Quizás vosotros habitáis en medio de
nosotros”, dijeron. A esto los embajadores solo contestaron: “Noso-
tros somos tus siervos”. Véase
Josué 9, 10
. Pero cuando Josué les
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preguntó directamente: “¿Quién sois vosotros y de dónde venís?”,
ellos repitieron la contestación anterior, y agregaron en prueba de su
sinceridad: “Este nuestro pan lo tomamos caliente de nuestras casas
para el camino el día que salimos para venir a vuestro encuentro,
y ahora ya está seco y mohoso. Estos odres de vino también los
llenamos nuevos, y ya están rotos. También estos nuestros vestidos
y nuestros zapatos están ya viejos a causa de tanto caminar”.
Estas explicaciones prevalecieron. Los hebreos “no consultaron
a Jehová. Josué hizo la paz con ellos; también celebró con ellos una
alianza concediéndoles la vida y los príncipes de la congregación
hicieron un juramento”. Así se concertó la alianza. Tres días después
se descubrió la verdad. “Supieron que eran sus vecinos, y que habi-
taban en medio de ellos”. Sabiendo que les era imposible resistir a
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