Página 498 - Historia de los Patriarcas y Profetas (2008)

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Historia de los Patriarcas y Profetas
la tierra iba a producir más copiosamente. El pueblo se veía aliviado
de las labores apremiantes del campo; y aunque podía dedicarse a
diversas actividades durante ese tiempo, todos tenían más tiempo
libre, lo cual les brindaba oportunidad de recuperar las fuerzas físicas
para los trabajos de los años subsiguientes. Tenían más tiempo para
la meditación y la oración, para familiarizarse con las enseñanzas y
exigencias del Señor, y para instruir a sus familias.
Durante el año sabático debía ponerse en libertad a los esclavos
hebreos, y no despedirlos con las manos vacías. Las instrucciones
del Señor eran: “Y cuando lo dejes libre, no lo enviarás con las
manos vacías. Lo abastecerás liberalmente de tus ovejas, de tu era y
de tu lagar; le darás de aquello con que Jehová te haya bendecido”.
Deuteronomio 15:13, 14
.
El salario del trabajador debía serle pagado con prontitud: “No
explotarás al jornalero pobre y necesitado, ya sea de tus hermanos
o de los extranjeros que habitan en tu tierra [...]. En su día le darás
su jornal, y no se pondrá el sol sin dárselo; pues es pobre, y con
él sustenta su vida. Así no clamará contra ti a Jehová, y no serás
responsable de pecado”.
Deuteronomio 24:14, 15
.
También se dieron instrucciones especiales respecto al tratamien-
to de los que huían de la esclavitud: “No entregarás a su señor el
siervo que huye de él y acude a ti. Habitará contigo, en medio de ti,
en el lugar que escoja en alguna de tus ciudades, donde tenga a bien;
no lo oprimirás”.
Deuteronomio 23:15, 16
.
Para los pobres, el séptimo año era un año de condonación de
las deudas. Los hebreos tenían la orden de ayudar siempre a sus her-
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manos indigentes, con préstamos de dinero sin interés. Se prohibía
expresamente recibir usura de un hombre pobre: “Si tu hermano
empobrece y recurre a ti, tú lo ampararás; como forastero y extran-
jero vivirá contigo. No tomarás de él usura ni ganancia, sino tendrás
temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo. No le darás tu dinero
a usura ni tus víveres a ganancia”.
Levítico 25:35-37
.
Si la deuda quedaba sin pagar hasta el año de remisión, tampoco
se podía recobrar el capital. Se le advirtió explícitamente al pueblo
que no negara, por este motivo, el auxilio necesario a sus hermanos:
“Cuando haya algún pobre entre tus hermanos [...] no endurecerás
tu corazón ni le cerrarás tu mano a tu hermano pobre [...]. Guárdate
de albergar en tu corazón este pensamiento perverso: “Cerca está