Página 661 - Historia de los Patriarcas y Profetas (2008)

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David llevado al trono
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casa de su padre”. En vista de la condición inestable del reino, y del
poder y la posición de los asesinos -pues Abisaí, hermano de Joab,
se le había unido en el hecho,- David no pudo castigar el crimen con
justa retribución; pero repudió públicamente el aborrecible hecho
sangriento. El entierro de Abner se hizo con honores públicos. Se
requirió del ejército encabezado por Joab, que tomara parte en los
funerales, con hábitos rasgados y vistiendo sacos. El rey manifestó
su dolor ayunando durante el día del entierro. Siguió el féretro como
principal doliente; y en la tumba de él pronunció una elegía que fue
un duro reproche para los asesinos. “Entonces el rey entonó este
lamento por Abner:
“¿Había de morir Abner como muere un villano?
Tus manos no estaban atadas ni tus pies sujetos con
grillos.
Caíste como los que caen ante malhechores””.
El reconocimiento magnánimo por parte de David del valor de
quien había sido su enemigo acérrimo, le ganó la confianza y la
admiración de todo Israel. “Todo el pueblo lo supo y le agradó;
pues todo lo que el rey hacía agradaba a todo el pueblo. Y supo
aquel día todo el pueblo y todo Israel, que el rey no había tenido
participación en la muerte de Abner hijo de Ner”. En el círculo
privado de sus consejeros y asistentes de confianza, el rey habló del
crimen, y, reconociendo que no le era posible castigar a los asesinos,
como lo deseaba, les dejó a la justicia de Dios: “¿No sabéis que un
príncipe y un grande ha caído hoy en Israel? Aunque ungido rey, me
siento débil hoy; pero estos hombres, los hijos de Sarvia, son más
duros que yo. ¡Que Jehová le pague al que mal hace conforme a su
maldad!”
Abner había sido sincero en sus ofrecimientos a David, pero sus
móviles eran viles y egoístas. Se había opuesto obstinadamente al
rey que Dios había designado, con la esperanza de obtener mucho
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honor para sí. El resentimiento, el orgullo herido y la ira fueron los
motivos que lo indujeron a abandonar la causa que por tanto tiempo
había servido; y al pasarse a las filas de David esperaba recibir el
puesto de más honor en su servicio. Si hubiera tenido éxito en su
propósito, sus talentos y su ambición, su gran influencia y su falta