Página 437 - Historia de los Patriarcas y Profetas (1954)

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La repetición de la ley
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todo bien, que tú no henchiste, y cisternas cavadas, que tú no cavaste,
viñas y olivares que no plantaste: luego que comieres y te hartares,
guárdate que no te olvides de Jehová.” “Guardaos no os olvidéis del
pacto de Jehová vuestro Dios, ... porque Jehová tu Dios es fuego que
consume, Dios celoso.” En caso de que hicieran lo malo ante los ojos
del Señor, entonces, dijo Moisés: “Presto pereceréis totalmente de
la tierra hacia la cual pasáis el Jordán para poseerla.”
Deuteronomio
6:10-12; 4:23-26
.
Después de la repetición pública de la ley, Moisés completó el
trabajo de escribir todas las leyes, los estatutos y los juicios que Dios
le había dado a él y todos los reglamentos referentes al sistema de
sacrificios. El libro que los contenía fué confiado a los dignatarios
correspondientes, y para su custodia se lo colocó al lado del arca.
Aun así el gran jefe temía mucho que el pueblo se apartara de Dios.
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En un discurso sublime y conmovedor les presentó las bendiciones
que tendrían si obedecían y las maldiciones que les alcanzarían si
violaban la ley:
“Si oyeres diligente la voz de Jehová tu Dios, para guardar, para
poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, ...
bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo; bendito el
fruto de tu vientre, y el fruto de tu bestia, ... bendito tu canastillo y
tus sobras. Bendito serás en tu entrar y bendito en tu salir. Pondrá
Jehová a tus enemigos que se levantaren contra ti, de rota batida
delante de ti.... Enviará Jehová contigo la bendición en tus graneros,
y en todo aquello en que pusieres tu mano.” Véase
Deuteronomio 2
.
“Y será, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para cuidar de
poner por obra todos sus mandamientos y sus estatutos, que yo
te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te
alcanzarán;” “serás por pasmo, por ejemplo y por fábula, a todos los
pueblos a los cuales te llevará Jehová.” “Y Jehová te esparcirá por
todos los pueblos, desde el un cabo de la tierra hasta el otro cabo de
ella; y allí servirás a dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres,
al leño y a la piedra. Y ni aun entre las mismas gentes descansarás,
ni la planta de tu pie tendrá reposo; que allí te dará Jehová corazón
temeroso y caimiento de ojos, y tristeza de alma: y tendrás tu vida
como colgada delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y
no confiarás de tu vida. Por la mañana dirás: ¡Quién diera fuese la
tarde! y a la tarde dirás: ¡Quién diera fuese la mañana! por el miedo