Página 501 - Historia de los Patriarcas y Profetas (1954)

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Dios cuida de los pobres
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cultivada, la tierra iba a producir más copiosamente. El pueblo se
veía aliviado de las labores apremiantes del campo; y aunque podía
dedicarse a diversas actividades durante ese tiempo, todos tenían
más tiempo libre, lo cual les brindaba oportunidad de recuperar las
fuerzas físicas para los trabajos de los años subsiguientes. Tenían
más tiempo para la meditación y la oración, para familiarizarse con
las enseñanzas y exigencias del Señor, y para instruir a sus familias.
Durante el año sabático debía ponerse en libertad a los esclavos
hebreos, y no despedirlos con las manos vacías. Las instrucciones
del Señor eran: “Y cuando lo despidieres libre de ti, no lo enviarás
vacío: le abastecerás liberalmente de tus ovejas, de tu era, y de tu
lagar; le darás de aquello en que Jehová te hubiere bendecido.”
Deuteronomio 15:13, 14
.
El salario del trabajador debía serle pagado con prontitud: “No
hagas agravio al jornalero pobre y menesteroso, así de tus hermanos
como de tus extranjeros que están en tu tierra.... En su día le darás
su jornal, y no se pondrá el sol sin dárselo; pues es pobre, y con él
sustenta su vida.”
Deuteronomio 24:14, 15
.
También se dieron instrucciones especiales respecto al tratamien-
to de los que huían de la servidumbre: “No entregarás a su señor el
siervo que se huyere a ti de su amo: more contigo, en medio de ti,
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en el lugar que escogiere en alguna de tus ciudades, donde bien le
estuviere: no le harás fuerza.”
Deuteronomio 23:15, 16
.
Para los pobres, el séptimo año era un año de remisión de las deu-
das. Los hebreos tenían la orden de ayudar siempre a sus hermanos
indigentes, con préstamos de dinero sin interés. Se prohibía expre-
samente recibir usura de un hombre pobre: “Cuando tu hermano
empobreciere, y se acogiere a ti, tú lo ampararás: como peregrino y
extranjero vivirá contigo. No tomarás usura de él, ni aumento; mas
tendrás temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo. No le darás
tu dinero a usura, ni tu vitualla a ganancia.”
Levítico 25:35-37
.
Si la deuda quedaba sin pagar hasta el año de remisión, tampoco
se podía recobrar el capital. Se le advirtió explícitamente al pueblo
que no negara, por este motivo, el auxilio necesario a sus hermanos:
“Cuando hubiere en ti menesteroso de alguno de tus hermanos,
... no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano a tu hermano
pobre.... Guárdate que no haya en tu corazón perverso pensamiento,
diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión; y tu ojo sea