Página 522 - Historia de los Patriarcas y Profetas (1954)

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Historia de los Patriarcas y Profetas
obrar más eficazmente por medio de los que mejor comprenden su
propia insuficiencia, y quieran confiar en él como su jefe y la fuente
de su poder. Los hará fuertes mediante la unión de su debilidad con
su propio poder, y sabios al relacionar la ignorancia de ellos con su
sabiduría.
Si su pueblo cultivara la verdadera humildad, el Señor podría
hacer mucho más en su favor; pero son muy pocos aquellos a quienes
se les puede confiar alguna responsabilidad importante o darles
éxito sin que confíen demasiado en sí mismos y se olviden de
que dependen en absoluto de Dios. Este es el motivo por el cual,
al escoger los instrumentos para su obra, el Señor pasa por alto
a los que el mundo honra como grandes, talentosos y brillantes.
Con demasiada frecuencia son orgullosos y presumidos. Se creen
competentes para actuar sin consejo de Dios.
El simple acto de tocar la trompeta, de parte del ejército de Josué
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alrededor de Jericó y de parte del pequeño grupo de Gedeón entre
las huestes de Madián, resultó eficaz, por el poder de Dios, para
anonadar el poderío de sus enemigos. El sistema más completo que
los hombres hayan concebido jamás, si está privado del poder y de
la sabiduría de Dios, resultará en un fracaso, mientras que tendrán
éxito los métodos menos promisorios cuando sean divinamente
ordenados, y ejecutados con humildad y fe. La confianza en Dios y
la obediencia a su voluntad, son tan esenciales para el cristiano en la
guerra espiritual como lo fueron para Gedeón y Josué en sus batallas
contra los cananeos. Mediante las repetidas manifestaciones de su
poder en favor de Israel, Dios quería inducirle a tener fe en él, a
buscar con confianza su ayuda en toda emergencia. Está igualmente
dispuesto a obrar en cooperación con los esfuerzos de su pueblo hoy
y a lograr grandes cosas por medio de instrumentos débiles. Todo el
cielo espera que pidamos sabiduría y fortaleza. Dios “es poderoso
para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que
pedimos o entendemos.”
Efesios 3:20
.
Al volver Gedeón de perseguir a los enemigos de la nación, hubo
de arrostrar las censuras y acusaciones de sus conciudadanos. Cuan-
do convocó a los hombres de Israel contra los madianitas, la tribu de
Efraín se quedó atrás. Consideraban este esfuerzo como una empresa
peligrosa; y como Gedeón no les mandó un llamamiento especial, se
valieron de esta excusa para no unirse a sus hermanos. Pero cuando