Página 624 - Historia de los Patriarcas y Profetas (1954)

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Historia de los Patriarcas y Profetas
El hijo del rey regresó a Gabaa, y David se apresuró a llegar a
Nob, ciudad que se encontraba a pocas millas de distancia, y que
también pertenecía a la tribu de Benjamín. Se había llevado de Silo a
este sitio el tabernáculo, y allí oficiaba Ahimelech, el sumo sacerdote.
David no sabía adónde refugiarse, sino en casa del siervo de Dios.
El sacerdote le miró con asombro, al verle llegar con apresuramiento
y aparentemente solo, con la ansiedad y la tristeza impresas en el
rostro; y le preguntó qué lo traía allí.
El joven temía constantementee ser descubierto, y en su angustia
recurrió al engaño. Dijo al sacerdote que el rey le había enviado
en una misión secreta, que requería la mayor celeridad. Con esto
demostró David falta de fe en Dios, y su pecado causó la muerte del
sumo sacerdote. Si le hubiera manifestado claramente los hechos
tales como eran, Ahimelech habría sabido qué conducta seguir para
proteger su vida. Dios requiere que la verdad distinga siempre a los
suyos, aun en los mayores peligros. David le pidió al sacerdote cinco
panes. No había más que pan sagrado en poder del hombre de Dios,
pero David consiguió vencer los escrúpulos de él, y obtuvo el pan
para satisfacer su hambre.
Pero se le presentó un nuevo peligro. Doeg, el principal de los
pastores de Saúl, que había aceptado la fe de los hebreos, estaba
entonces pagando sus votos en el lugar de culto. Al ver a este hombre,
David decidió buscar apresuradamente otro refugio, y conseguir
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alguna arma con la cual defenderse en caso de que fuese necesario.
Le pidió a Ahimelech una espada, y él le dijo que no tenía otra
que la de Goliat, conservada como una reliquia en el tabernáculo.
David le contestó: “Ninguna como ella: dámela.” El valor de David
revivió cuando asió la espada que había usado una vez para matar al
campeón de los filisteos.
David huyó hasta donde estaba Achis, rey de Gath, pues le pare-
cía que había más seguridad en medio de los enemigos de su pueblo
que en los dominios del rey Saúl. Pero se le informó a Achis que
David había sido el hombre que había dado muerte al campeón filis-
teo años antes; y ahora el que buscaba refugio entre los enemigos de
Israel se encontraba en un gran peligro. Pero fingiendo que estaba
loco, pudo engañar a sus enemigos y logró escapar.
Cometió David su primer error al desconfiar de Dios en Nob, y
el segundo al engañar a Achis. David había revelado nobles rasgos