Página 684 - Historia de los Patriarcas y Profetas (1954)

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Historia de los Patriarcas y Profetas
guiarnos. Dice: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.”
1
Corintios 11:1
.
Una relación de cómo se había ejecutado su orden fué enviada a
David, pero redactada tan cuidadosamente que no comprometió a
Joab ni al rey. Joab “mandó al mensajero, diciendo: Cuando acabares
de contar al rey todos los negocios de la guerra, si el rey comenzare
a enojarse, ... entonces tú le dirás: También tu siervo Uría Hetheo es
muerto. Y fué el mensajero, y llegando, contó a David todas las cosas
a que Joab le había enviado.” La contestación del rey fué: “Dirás así
a Joab: No tengas pesar de esto, que de igual y semejante manera
suele consumir la espada: esfuerza la batalla contra la ciudad, hasta
que la rindas. Y tú aliéntale.”
Betsabé observó los acostumbrados días de luto por su marido;
y cuando terminaron, “envió David y recogióla a su casa: y fué ella
su mujer.” Aquel que antes tenía tan sensible la conciencia y alto
el sentimiento del honor que no le permitían, ni aun cuando corría
peligro de perder su propia vida, levantar la mano contra el ungido
del Señor, se había rebajado tanto que podía agraviar y asesinar a uno
de sus más valientes y fieles soldados, y esperar gozar tranquilamente
el premio de su pecado. ¡Ay! ¡Cuánto se había envilecido el oro fino!
¡Cómo había cambiado el oro más puro!
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Desde el principio, Satanás ha venido presentando a los hombres
un cuadro de las ganancias que pueden obtenerse por la transgresión.
Así sedujo a los ángeles. Así tentó a Adán y a Eva a que pecaran.
Y así sigue todavía apartando a las multitudes de la obediencia a
Dios. Representa el camino de la transgresión como apetecible;
“empero su fin son caminos de muerte.”
Proverbios 14:12
. ¡Felices
aquellos que, habiéndose aventurado en ese camino, aprenden cuán
amargos son los frutos del pecado, y se apartan de él a tiempo! En
su misericordia, Dios no dejó a David abandonado para que fuese
atraído a la ruina total por los premios engañosos del pecado.
También por causa de Israel era necesario que Dios interviniera.
Con el transcurso del tiempo se fué conociendo el pecado de David
para con Betsabé, y se despertó la sospecha de que él había planeado
la muerte de Urías. Esto redundó en deshonor para el Señor. El había
favorecido y ensalzado a David, y el pecado de éste representaba
mal el carácter de Dios, y echaba oprobio sobre su nombre. Tendía
a rebajar las normas de la piedad en Israel, a aminorar en muchas