Página 692 - Historia de los Patriarcas y Profetas (1954)

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Capítulo 72—La rebelión de Absalón
Este capítulo está basado en 2 Samuel 13 a 19.
“El debe pagar la cordera con cuatro tantos,” había sido la sen-
tencia que David había dictado inconscientemente contra sí mismo,
al oír la parábola del profeta Natán; y debía ser juzgado en confor-
midad con su propia sentencia. Iban a caer cuatro de sus hijos, y la
pérdida de cada uno de ellos sería el resultado del pecado del padre.
David dejó pasar desapercibido el crimen vergonzoso de Amnón,
el primogénito, sin castigarlo ni reprenderlo. La ley castigaba con la
muerte al adúltero, y el crimen desnaturalizado de Amnón le hacía
doblemente culpable. Pero David, sintiéndose él mismo condenado
por su propio pecado, no llevó al delincuente a la justicia. Durante
dos largos años, Absalón, el protector natural de la hermana tan
vilmente agraviada, ocultó su propósito de venganza, pero tan sólo
para dar un golpe más certero al fin. En un festín de los hijos del
rey, el borracho e incestuoso Amnón fué muerto por orden de su
hermano.
Un castigo doble había caído sobre David. Se le llevó este te-
rrible mensaje: “Absalom ha muerto a todos los hijos del rey, que
ninguno de ellos ha quedado. Entonces levantándose David, rasgó
sus vestidos, y echóse en tierra, y todos sus criados, rasgados sus
vestidos, estaban delante.” Véase
2 Samuel 13-19
.
Los hijos del rey, al regresar alarmados a Jerusalén, le revelaron
a su padre la verdad: sólo Amnón había sido muerto; “y alzando su
voz lloraron. Y también el mismo rey y todos sus siervos lloraron
con muy grandes lamentos.” Pero Absalón huyó a Talmai, rey de
Gesur y padre de su madre.
Como a otros de los hijos de David, a Amnón se le había permi-
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tido acostumbrarse a satisfacer sus gustos y apetitos egoístas. Había
procurado conseguir todo lo que pensaba en su corazón, haciendo
caso omiso de los mandamientos de Dios. A pesar de su gran pe-
cado, Dios lo había soportado mucho tiempo. Durante dos años, le
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