Página 132 - Profetas y Reyes (1957)

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Profetas y Reyes
Israel cuando venían de la tierra de Egipto, sino que se apartasen de
ellos, y no los destruyesen; he aquí ellos nos dan el pago, viniendo a
echarnos de tu heredad, que tú nos diste a poseer. ¡Oh Dios nuestro!
¿no los juzgarás tú? porque en nosotros no hay fuerza contra tan
grande multitud que viene contra nosotros: no sabemos lo que hemos
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de hacer, mas a ti volvemos nuestros ojos.”
Vers. 3-12
.
Con confianza, podía Josafat decir al Señor: “A ti volvemos
nuestros ojos.” Durante años había enseñado al pueblo a confiar
en Aquel que en siglos pasados había intervenido tan a menudo
para salvar a sus escogidos de la destrucción completa; y ahora,
cuando peligraba el reino, Josafat no estaba solo. “Todo Judá estaba
en pie delante de Jehová, con sus niños, y sus mujeres, y sus hijos.”
Vers. 13
. Unidos, ayunaron y oraron; unidos, suplicaron al Señor
que confundiese sus enemigos, a fin de que el nombre de Jehová
fuese glorificado.
“Oh Dios, no tengas silencio:
No calles, oh Dios, ni te estés quieto.
Porque he aquí que braman tus enemigos;
Y tus aborrecedores han alzado cabeza.
Sobre tu pueblo han consultado astuta y secretamente,
Y han entrado en consejo contra tus escondidos.
Han dicho: Venid, y cortémoslos de ser pueblo,
Y no haya más memoria del nombre de Israel.
Por esto han conspirado de corazón a una,
Contra ti han hecho liga;
Los pabellones de los Idumeos y de los Ismaelitas,
Moab y los Agarenos;
Gebal, y Ammón, y Amalec; ...
Hazles como a Madián;
Como a Sísara, como a Jabín en el arroyo de Cisón; ...
Sean afrentados y turbados para siempre;
Y sean deshonrados, y perezcan.
Y conozcan que tu nombre es Jehová;
Tú solo Altísimo sobre toda la tierra.” (Sal. 83.)