Introducción—La viña del señor
X I
El propósito de Dios les fué manifestado por Moisés y fueron
aclaradas las condiciones de su prosperidad. “Porque tú eres pueblo
santo a Jehová tu Dios—les dijo:—Jehová tu Dios te ha escogido
para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están
sobre la haz de la tierra.”
“A Jehová has ensalzado hoy para que te sea por Dios, y para
andar en sus caminos, y para guardar sus estatutos y sus manda-
mientos y sus derechos, y para oír su voz: y Jehová te ha ensalzado
hoy para que le seas su peculiar pueblo, como él te lo ha dicho, y
para que guardes todos sus mandamientos; y para ponerte alto sobre
todas las gentes que hizo, para loor, y fama, y gloria; y para que seas
pueblo santo a Jehová tu Dios, como él ha dicho.”.
Deuteronomio
7:6; 26:17-19
.
Los hijos de Israel debían ocupar todo el territorio que Dios les
había señalado. Las naciones que habían rehusado adorar y servir
al Dios verdadero, debían ser despojadas. Pero Dios quería que
mediante la revelación de su carácter por Israel, los hombres fuesen
atraídos a él. La invitación del Evangelio debía ser dada a todo el
mundo. Por la enseñanza del sistema de sacrificios, Cristo debía ser
ensalzado ante las naciones, y habrían de vivir todos los que mirasen
a él. Se unirían con su pueblo escogido todos los que, como Rahab la
cananea y Rut la moabita, se apartaran de la idolatría para adorar al
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Dios verdadero. A medida que aumentase el número de los israelitas,
debían ensanchar sus términos, hasta que su reino abarcase el mundo
entero.
Pero el Israel antiguo no cumplió el propósito de Dios. El Señor
declaró: “Y yo te planté de buen vidueño, simiente verdadera toda
ella: ¿cómo pues te me has tornado sarmientos de vid extraña?”
“Es Israel una frondosa viña, haciendo fruto para sí.” “Ahora pues,
vecinos de Jerusalem y varones de Judá, juzgad ahora entre mí y
mi viña. ¿Qué más se había de hacer a mi viña, que yo no haya
hecho en ella? ¿Cómo, esperando yo que llevase uvas, ha llevado
uvas silvestres? Os mostraré pues ahora lo que haré yo a mi viña:
Quitaréle su vallado, y será para ser consumida; aportillaré su cerca,
y será para ser hollada; haré que quede desierta; no será podada ni
cavada, y crecerá el cardo y las espinas: y aun a las nubes mandaré
que no derramen lluvia sobre ella... Esperaba juicio, y he aquí vileza;
justicia, y he aquí clamor.”
Jeremías 2:21
;
Oseas 10:1
;
Isaías 5:3-7
.