Página 176 - Profetas y Reyes (1957)

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Capítulo 22—Nínive, ciudad sobremanera grande
Entre las ciudades del mundo antiguo, mientras Israel estaba
dividido, una de las mayores era Nínive, capital del reino asirio.
Fundada en la orilla fértil del Tigris, poco después de la disper-
sión iniciada en la torre de Babel, había florecido a través de los
siglos, hasta llegar a ser “ciudad sobremanera grande, de tres días
de camino.”
Jonás 3:3
.
En el tiempo de su prosperidad temporal Nínive era un centro
de crímenes e impiedad. La inspiración la ha caracterizado como
“ciudad de sangres, ... llena de mentira y de rapiña.”
Nahúm 3:1
. En
lenguaje figurativo, el profeta Nahum comparó a los ninivitas con
un león cruel y devorador, al que preguntó: “¿Sobre quién no pasó
continuamente tu malicia?”
Vers. 19
.
A pesar de lo impía que Nínive había llegado a ser, no estaba
completamente entregada al mal. El que “vió a todos los hijos de
los hombres” (
Salmos 33:13
) y cuyos “ojos vieron todo lo preciado”
(
Job 28:10
) percibió que en aquella ciudad muchos procuraban algo
mejor y superior, y que si se les concedía oportunidad de conocer al
Dios viviente, renunciarían a sus malas acciones y le adorarían. De
manera que en su sabiduría Dios se les reveló en forma inequívoca,
para inducirlos, si era posible, a arrepentirse.
El instrumento escogido para esta obra fué el profeta Jonás, hijo
de Amitai. El Señor le dijo: “Levántate, y ve a Nínive, ciudad grande,
y pregona contra ella; porque su maldad ha subido delante de mí.”
Jonás 1:1, 2
.
[199]
Mientras el profeta pensaba en las dificultades e imposibilidades
aparentes de lo que se le había encargado, se sintió tentado a poner en
duda la prudencia del llamamiento. Desde un punto de vista humano,
parecía que nada pudiera ganarse proclamando un mensaje tal en
aquella ciudad orgullosa. Se olvidó por el momento de que el Dios
a quien servía era omnisciente y omnipotente. Mientras vacilaba
y seguía dudando, Satanás le abrumó de desaliento. El profeta fué
dominado por un gran temor, y “se levantó para huir de la presencia
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