Página 178 - Profetas y Reyes (1957)

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Profetas y Reyes
“Y dijéronle: ¿Qué te haremos, para que la mar se nos quiete?
Porque la mar iba a más, y se embravecía. El les respondió: Tomad-
me, y echadme a la mar, y la mar se os quietará: porque yo sé que
por mí ha venido esta grande tempestad sobre vosotros.
“Y aquellos hombres trabajaron por tornar la nave a tierra; mas
no pudieron, porque la mar iba a más, y se embravecía sobre ellos.
Entonces clamaron a Jehová, y dijeron: Rogámoste ahora, Jehová,
que no perezcamos nosotros por la vida de aqueste hombre, ni pongas
sobre nosotros la sangre inocente: porque tú, Jehová, has hecho como
has querido. Y tomaron a Jonás, y echáronlo a la mar; y la mar se
quietó de su furia. Y temieron aquellos hombres a Jehová con gran
temor; y ofrecieron sacrificio a Jehová, y prometieron votos.
“Mas Jehová había prevenido un gran pez que tragase a Jonás: y
estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches.
“Y oró Jonás desde el vientre del pez a Jehová su Dios, y dijo:
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“Clamé de mi tribulación a Jehová, y él me oyó;
Del vientre del sepulcro clamé, y mi voz oíste.
Echásteme en el profundo, en medio de los mares, y rodeóme la
corriente:
Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí.
Y yo dije: Echado soy de delante de tus ojos:
Mas aun veré tu santo templo.
Las aguas me rodearon hasta el alma,
Rodeóme el abismo;
La ova se enredó a mi cabeza.
Descendí a las raíces de los montes;
La tierra echó sus cerraduras sobre mí para siempre:
Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío.
Cuando mi alma desfallecía en mí, acordéme de Jehová;
Y mi oración entró hasta ti en tu santo templo.
Los que guardan las vanidades ilusorias,
Su misericordia abandonan.
Yo empero con voz de alabanza te sacrificaré;
Pagaré lo que prometí.
La salvación pertenece a Jehová.”
Jonás 1:7 - 2:10
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