Página 233 - Profetas y Reyes (1957)

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Librados de Asiria
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de su higuera, y beba cada cual las aguas de su pozo; hasta que yo
venga y os lleve a una tierra como la vuestra, tierra de grano y de
vino, tierra de pan y de viñas.
“Mirad no os engañe Ezechías diciendo: Jehová nos librará.
¿Libraron los dioses de las gentes cada uno a su tierra de la mano del
rey de Asiria? ¿Dónde está el dios de Hamath y de Arphad? ¿dónde
está el dios de Sepharvaim? ¿libraron a Samaria de mi mano? ¿Qué
dios hay entre los dioses de estas tierras, que haya librado su tierra
de mi mano, para que Jehová libre de mi mano a Jerusalem?”
Isaías
36:13-20
.
Al oír estos desafíos, los hijos de Judá “no le respondieron pala-
bra.” La conferencia terminó. Los representantes judíos volvieron
a Ezequías, “rotos sus vestidos, y contáronle las palabras de Rab-
saces.”
Vers. 21, 22
. Al imponerse del reto blasfemo, el rey “rasgó
sus vestidos, y cubrióse de saco, y entróse en la casa de Jehová.”
2
Reyes 19:1
.
[263]
Se mandó un mensajero a Isaías para informarle del resultado
de la conferencia. El mensaje enviado por el rey fué éste: “Este día
es día de angustia, y de reprensión, y de blasfemia. ... Quizá oirá
Jehová tu Dios todas las palabras de Rabsaces, al cual el rey de los
Asirios su señor ha enviado para injuriar al Dios vivo, y a vituperar
con palabras, las cuales Jehová tu Dios ha oído: por tanto, eleva
oración por las reliquias que aun se hallan.”
Vers. 3, 4
.
“Mas el rey Ezechías, y el profeta Isaías hijo de Amós, oraron
por esto, y clamaron al cielo.”
2 Crónicas 32:20
.
Dios contestó las oraciones de sus siervos. A Isaías se le comu-
nicó este mensaje para Ezequías: “Así ha dicho Jehová: No temas
por las palabras que has oído, con las cuales me han blasfemado
los siervos del rey de Asiria. He aquí pondré yo en él un espíritu, y
oirá rumor, y volveráse a su tierra: y yo haré que en su tierra caiga a
cuchillo.”
2 Reyes 19:6, 7
.
Después de separarse de los príncipes de Judá, los representantes
asirios se comunicaron directamente con su rey, que estaba con la
división de su ejército que custodiaba el camino hacia Egipto. Cuan-
do oyó el informe, Senaquerib escribió “letras en que blasfemaba
a Jehová el Dios de Israel, y hablaba contra él, diciendo: Como los
dioses de las gentes de los países no pudieron librar su pueblo de mis