Página 295 - Profetas y Reyes (1957)

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El último rey de Judá
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a irritarme, he aquí que ponen hedor a mis narices. Pues también
yo haré en mi furor; no perdonará mi ojo, ni tendré misericordia, y
gritarán a mis oídos con gran voz, y no los oiré.”
Vers. 17, 18
.
Mediante Jeremías el Señor había declarado a los impíos que
se atrevían presuntuosamente a presentarse en su nombre ante el
pueblo: “Porque así el profeta como el sacerdote son fingidos: aun en
mi casa hallé su maldad.”
Jeremías 23:11
. En la terrible acusación
dirigida contra Judá según se relata al final de la narración que
el cronista dejó acerca del reinado de Sedequías, se repitió así la
acusación de que era violada la santidad del templo: “Y también
todos los príncipes de los sacerdotes, y el pueblo, aumentaron la
prevaricación, siguiendo todas las abominaciones de las gentes, y
contaminando la casa de Jehová, la cual él había santificado en
Jerusalem.”
2 Crónicas 36:14
.
Se estaba acercando rápidamente el día de condenación para
los habitantes del reino de Judá. Ya no podía el Señor ofrecerles la
esperanza de que evitarían sus juicios más severos. Les dijo: “¿Y
vosotros seréis absueltos? No seréis absueltos.”
Jeremías 25:29
.
Aun estas palabras fueron recibidas con burlas. Declaraban los
impenitentes: “Prolongarse han los días, y perecerá toda visión.”
Pero mediante Ezequiel fué severamente reprendida esta negación
de la segura palabra profética. El Señor declaró: “Haré cesar este
refrán, y no repetirán más este dicho en Israel. Diles pues: Se han
acercado aquellos días, y la palabra de toda visión. Porque no habrá
más alguna visión vana, ni habrá adivinación de lisonjeros en medio
de la casa de Israel. Porque yo Jehová hablaré; cumpliráse la palabra
que yo hablaré; no se dilatará más: antes en vuestros días, oh casa
rebelde, hablaré palabra, y cumpliréla, dice el Señor Jehová.”
Ezequiel sigue diciendo: “Y fué a mi palabra de Jehová, diciendo:
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Hijo del hombre, he aquí que los de la casa de Israel dicen: La visión
que éste ve es para muchos días, y para lejanos tiempos profetiza
éste. Diles por tanto: Así ha dicho el Señor Jehová: No se dilatarán
más todas mis palabras: cumpliráse la palabra que yo hablaré, dice
el Señor Jehová.”
Ezequiel 12:21-28
.
Entre los que estaban llevando la nación aceleradamente hacia
la ruina, se destacaba el rey Sedequías. Haciendo caso omiso de los
consejos que el Señor daba por medio de los profetas, olvidaba el
rey de Judá la deuda de gratitud que tenía para con Nabucodonosor