Página 296 - Profetas y Reyes (1957)

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Profetas y Reyes
y, violando su solemne juramento de fidelidad que había prestado
en nombre de Jehová Dios de Israel, se rebeló contra los profetas,
contra su benefactor y contra su Dios. En la vanidad de su propia
sabiduría, buscó ayuda cerca del antiguo enemigo de la prosperidad
de Israel, “enviando sus embajadores a Egipto, para que le diese
caballos y mucha gente.”
El Señor dijo acerca del que había traicionado tan vilmente todo
cometido sagrado: “¿Será prosperado, escapará, el que estas cosas
hizo? ¿y el que rompió la alianza, podrá huir? Vivo yo, dice el Señor
Jehová, que morirá en medio de Babilonia, en el lugar del rey que
le hizo reinar, cuyo juramento menospreció, y cuya alianza con él
hecha rompió. Y no con grande ejército, ni con mucha compañía
hará con él Faraón en la batalla, ... pues menospreció el juramento,
para invalidar el concierto cuando he aquí que había dado su mano,
e hizo todas estas cosas, no escapará.”
Ezequiel 17:15-18
.
Para el “profano e impío príncipe” había llegado el día del ajuste
final de cuentas. El Señor decretó: “Depón la tiara, quita la corona.”
Hasta que Cristo mismo estableciese su reino, no se iba a permitir
a Judá que tuviese rey. El decreto divino acerca de la corona de
la casa de David era: “Del revés, del revés, del revés la tornaré; y
no será ésta más, hasta que venga aquel cuyo es el derecho, y se la
entregaré.”
Ezequiel 21:25-27
.
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