Página 341 - Profetas y Reyes (1957)

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La verdadera grandeza
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alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus
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obras son verdad, y sus caminos juicio; y humillar puede a los que
andan con soberbia.”
Estaba ahora cumplido el propósito de Dios, de que el mayor
reino del mundo manifestase sus alabanzas. La proclamación públi-
ca, en la cual Nabucodonosor reconoció la misericordia, la bondad
y la autoridad de Dios, fué el último acto de su vida que registra la
historia sagrada.
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