Página 385 - Profetas y Reyes (1957)

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Josué y el ángel
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Se requerirá de los hombres que rindan obediencia a los edictos
humanos en violación de la ley divina.
Los que sean fieles a Dios y al deber serán amenazados, denun-
ciados y proscritos. Serán traicionados por “padres, y hermanos, y
parientes, y amigos.”
Lucas 21:16
. Su única esperanza se cifrará
en la misericordia de Dios; su única defensa será la oración. Como
Josué intercedía delante del Angel, la iglesia remanente, con corazón
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quebrantado y ardorosa fe, suplicará perdón y liberación por medio
de Jesús su Abogado. Sus miembros serán completamente cons-
cientes del carácter pecaminoso de sus vidas, verán su debilidad e
indignidad, y mientras se miren a sí mismos, estarán por desesperar.
El tentador estará listo para acusarlos, como estaba listo para
resistir a Josué. Señalará sus vestiduras sucias, su carácter deficiente.
Presentará su debilidad e insensatez, su pecado de ingratitud, cuán
poco semejantes a Cristo son, lo cual ha deshonrado a su Redentor.
Se esforzará por espantar a las almas con el pensamiento de que
su caso es desesperado, de que nunca se podrá lavar la mancha
de su contaminación. Esperará destruir de tal manera su fe que se
entreguen a sus tentaciones y se desvíen de su fidelidad a Dios.
Satanás tiene un conocimiento exacto de los pecados que por
sus tentaciones ha hecho cometer a los hijos de Dios e insiste en sus
acusaciones contra ellos; declara que por sus pecados han perdido el
derecho a la protección divina y reclama el derecho de destruirlos.
Los declara tan merecedores como él mismo de ser excluidos del
favor de Dios. “¿Son éstos—dice—los que han de tomar mi lugar
en el cielo, y el lugar de los ángeles que se unieron a mí? Profesan
obedecer la ley de Dios, pero ¿han guardado sus preceptos? ¿No han
sido amadores de sí mismos más que de Dios? ¿No han puesto sus
propios intereses antes que su servicio? ¿No han amado las cosas
del mundo? Mira los pecados que han señalado su vida. Contempla
su egoísmo, su malicia, su odio mutuo. ¿Me desterrará Dios a mí y a
mis ángeles de su presencia, y sin embargo recompensará a los que
fueron culpables de los mismos pecados? Tú no puedes hacer esto
con justicia, oh Señor. La justicia exige que se pronuncie sentencia
contra ellos.”
Sin embargo, aunque los seguidores de Cristo han pecado, no se
han entregado al dominio de los agentes satánicos. Se han arrepenti-
do de sus pecados, han buscado al Señor con humildad y contrición,