Página 402 - Profetas y Reyes (1957)

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Profetas y Reyes
miembros de la tribu que había sido designada para el servicio sagra-
do del templo? A la convocación: ¿Quién está de parte del Señor?
los levitas debieran haber sido los primeros en responder. Durante
el cautiverio, y después de él, les habían sido concedidos muchos
privilegios. Habían gozado de la mayor libertad para atender a las
necesidades espirituales de sus hermanos en el destierro. Se habían
edificado sinagogas, en las cuales los sacerdotes dirigían el culto tri-
butado a Dios e instruían a la gente. Se les había permitido observar
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libremente el sábado y cumplir los ritos sagrados característicos de
la fe judaica.
Pero con el transcurso de los años, después de terminar el cauti-
verio, las condiciones habían cambiado e incumbían muchas respon-
sabilidades nuevas a los dirigentes de Israel. El templo de Jerusalén
había sido reedificado y dedicado, y se necesitaban más sacerdo-
tes para atender sus servicios. Había una apremiante necesidad de
hombres de Dios para enseñar al pueblo. Y además, los judíos que
permanecían en Babilonia corrían el peligro de ver restringida su
libertad religiosa. Mediante el profeta Zacarías, y también por lo
que habían experimentado poco antes, durante los tiempos angus-
tiosos de Ester y Mardoqueo, los judíos de Medo-Persia habían
sido claramente advertidos de que debían regresar a su tierra. Había
llegado el momento cuando les resultaba peligroso permanecer en
medio de influencias paganas. En vista de las condiciones alteradas,
los sacerdotes que estaban en Babilonia debieran haber discernido
prestamente que en la promulgación del decreto se les dirigía una
invitación especial para que volviesen a Jerusalén.
El rey y sus príncipes habían hecho más que su parte para prepa-
rarles el camino del regreso. Habían provisto abundantes recursos;
pero ¿dónde estaban los hombres? Fallaron los hijos de Leví en
un tiempo cuando la influencia de su decisión de acompañar a sus
hermanos habría inducido a otros a seguir su ejemplo. Su extraña
indiferencia es una triste revelación de la actitud asumida por los
israelitas en Babilonia hacia el propósito de Dios para su pueblo.
Nuevamente Esdras se dirigió a los levitas y les mandó una ur-
gente invitación a unirse con su grupo. Para recalcar cuán importante
era que actuaran prestamente, envió con su súplica escrita a varios de
sus hombres “principales” y “hombres doctos.”
Esdras 7:28; 8:16
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