Página 470 - Profetas y Reyes (1957)

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Profetas y Reyes
tición amenazaban con borrar todo conocimiento de la verdadera
religión. La iglesia de Dios en la tierra se hallaba tan ciertamente
en cautiverio durante ese largo plazo de implacable persecución,
como estuvieron los hijos de Israel cautivos en Babilonia durante el
destierro.
Pero, gracias a Dios, su iglesia no está ya en servidumbre. Al
Israel espiritual han sido devueltos los privilegios que fueron conce-
didos al pueblo de Dios cuando se le libertó de Babilonia. En todas
partes de la tierra, hombres y mujeres están respondiendo al mensaje
enviado por el Cielo, acerca del cual Juan el revelador profetizó
que sería proclamado antes del segundo advenimiento de Cristo:
“Temed a Dios, y dadle honra; porque la hora de su juicio es venida.”
Apocalipsis 14:7
.
Las huestes del mal no tienen ya poder para mantener cautiva
a la iglesia, porque “ha caído, ha caído Babilonia, aquella grande
ciudad,” que “ha dado a beber a todas las naciones del vino del furor
de su fornicación;” y al Israel espiritual se da este mensaje: “Salid
de ella, pueblo mío, porque no seáis participantes de sus pecados, y
que no recibáis de sus plagas.”
Apocalipsis 14:8; 18:4
. Así como los
cautivos desterrados escucharon el mensaje: “Huid de en medio de
Babilonia” (
Jeremías 51:6
), y fueron devueltos a la tierra prometida,
los que hoy temen a Dios prestan atención a la orden de retirarse de
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la Babilonia espiritual, y pronto se destacarán como trofeos de la
gracia divina en la tierra hecha nueva, la Canaán celestial.
En los días de Malaquías, los impenitentes preguntaban en son
de burla: “¿Dónde está el Dios de juicio?” Y recibieron la solemne
respuesta: “Luego vendrá a su templo el Señor, ... el ángel del pacto...
¿Y quién podrá sufrir el tiempo de su venida? o ¿quién podrá estar
cuando él se mostrará? Porque él es como fuego purificador, y como
jabón de lavadores. Y sentarse ha para afinar y limpiar la plata:
porque limpiará los hijos de Leví, los afinará como a oro y como
a plata; y ofrecerán a Jehová ofrenda con justicia. Y será suave a
Jehová la ofrenda de Judá y de Jerusalem, como en los días pasados,
y como en los años antiguos.”
Malaquías 2:17; 3:1-4
.
Cuando estaba por aparecer el Mesías prometido, éste fué el
mensaje del precursor de Cristo: Arrepentíos, publicanos y pecado-
res; arrepentíos, fariseos y saduceos, “que el reino de los cielos se
ha acercado.”
Mateo 3:2
.