Página 472 - Profetas y Reyes (1957)

Basic HTML Version

468
Profetas y Reyes
engaños de estos postreros días. No sólo está Satanás llevando cauti-
vo al mundo, sino que sus seducciones están leudando a las iglesias
que profesan ser de nuestro Señor Jesucristo. La gran apostasía se
desarrollará en tinieblas tan densas como las de medianoche. Para el
pueblo de Dios, será una noche de prueba, de llanto y de persecución
por causa de la verdad. Pero de esa noche de tinieblas resplandecerá
la luz de Dios.
El “mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz.”
2 Corintios
4:6
. Cuando “la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas
estaban sobre la haz del abismo, ... el Espíritu de Dios se movía
sobre la haz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz: y fué la luz.”
[530]
Génesis 1:2, 3
. Así también en la noche de tinieblas espirituales dice
Dios: “Sea la luz.” Ordena a su pueblo: “Levántate, resplandece; que
ha venido tu lumbre, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.”
Isaías
60:1
.
Dice la Escritura: “He aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y
oscuridad los pueblos: mas sobre ti nacerá Jehová, y sobre ti será
vista su gloria.”
Vers. 2
. Cristo, manifestación de la gloria del Padre,
vino al mundo para ser su luz. Vino para representar a Dios ante los
hombres, y de él fué escrito que “le ungió Dios de Espíritu Santo
y de potencia,” y “anduvo haciendo bienes.”
Hechos 10:38
. En la
sinagoga de Nazaret dijo: “El Espíritu del Señor es sobre mí, por
cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres: me ha
enviado para sanar a los quebrantados de corazón; para pregonar a
los cautivos libertad, y a los ciegos vista; para poner en libertad a
los quebrantados: para predicar el año agradable del Señor.”
Lucas
4:18, 19
. Tal era la obra que encargó a sus discípulos que hiciesen.
Les dijo: “Vosotros sois la luz del mundo... Así alumbre vuestra
luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras buenas, y
glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”
Mateo 5:14, 16
.
Esta es la obra que el profeta Isaías describe cuando dice: “¿No
es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes metas
en casa; que cuando vieres al desnudo, lo cubras, y no te escondas
de tu carne? Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salud se dejará
ver presto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu
retaguardia.”
Isaías 58:7, 8
.