Página 25 - Palabras de Vida del Gran Maestro (1971)

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La siembra de la verdadx
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mundo. Lo convertirá en un miembro de la familia celestial, y lo
preparará para compartir la herencia de los santos en luz.
Pero el que enseña verdades sagradas puede impartir únicamente
aquello que él mismo conoce por experiencia. “El sembrador salió
a sembrar
su
semilla”
Cristo enseñó la verdad porque él era la
verdad. Su propio pensamiento, su carácter, la experiencia de su
vida, estaban encarnados en su enseñanza. Tal debe ocurrir con sus
siervos: aquellos que quieren enseñar la Palabra han de hacer de
ella algo propio mediante una experiencia personal. Deben saber
qué significa tener a Cristo hecho para ellos sabiduría y justificación
y santificación y redención. Al presentar a los demás la Palabra
de Dios, no han de hacerla aparecer como algo supuesto o un “tal
vez”. Deben declarar con el apóstol Pedro: “No os hemos dado a
conocer... fábulas por arte compuestas; sino como habiendo con
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nuestros propios ojos visto su majestad”
Todo ministro de Cristo
y todo maestro deben poder decir con el amado Juan: “Porque la vida
fue manifestada, y vimos, y testificamos, y os anunciamos aquella
vida eterna, la cual estaba con el Padre, y nos ha aparecido”
El terreno. junto al camino
Aquello a lo cual se refiere principalmente la parábola del sem-
brador es el efecto producido en el crecimiento de la semilla por
el suelo en el cual se echa. Mediante esta parábola Cristo decía
prácticamente a sus oyentes: No es seguro para vosotros deteneros y
criticar mis obras o albergar desengaño, porque ellas no satisfacen
vuestras ideas. El asunto de mayor importancia para vosotros es:
¿cómo trataréis mi mensaje? De vuestra aceptación o rechazamiento
de él, depende vuestro destino eterno.
Explicando lo referente a la semilla que cayó a la vera del ca-
mino, dijo: “Oyendo cualquiera la palabra del reino, y no entendién-
dola, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón:
éste es el que fue sembrado junto al camino”.
La semilla sembrada a la vera del camino representa la palabra
de Dios cuando cae en el corazón de un oyente desatento. Semejante
al camino muy trillado, pisoteado por los pies de los hombres y las
bestias, es el corazón que llega a transformarse en un camino para el
tránsito del mundo, sus placeres y pecados. Absorta en propósitos