Página 106 - Recibir

Basic HTML Version

Instrumentos mediante los cuales el espíritu nos guía, 3 de
abril
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen.
Juan 10:27
.
Jesús espera que todos los que profesan ser sus soldados le sirvan. Confía
en que usted pueda reconocer al enemigo a fin de ofrecerle resistencia, y que
no le dé confianza traicionando así el cometido sagrado. El Señor lo ha puesto
en una posición donde puede ser elevado y ennoblecido, y estar constantemente
adquiriendo idoneidad para su obra. Si no tiene estas calificaciones, solo usted
tiene la culpa.
Para guiarnos y hacernos capaces de orientar a otros, hay tres maneras por las
cuales el Señor nos revela su voluntad. ¿Cómo podemos distinguir su voz de la
de un extraño? ¿Cómo podemos discernir su voz de la de un falso pastor? Dios
nos revela su voluntad en su Palabra, las Sagradas Escrituras. Su voz también se
manifiesta en obras providenciales; y la reconoceremos al no separarnos de él
para andar en nuestros caminos, haciendo según nuestra voluntad y siguiendo los
impulsos de un corazón no santificado, hasta que los sentidos se hayan confundido
de tal manera que no disciernan las cosas eternas, y la voz de Satanás esté de tal
manera disfrazada que se la acepte como la voz de Dios.
Otra manera de oír la voz de Dios es por medio de las súplicas del Espíritu
Santo, el cual hace sobre el corazón impresiones que se manifestarán en el ca-
rácter. Si está usted en duda acerca de algún asunto, debe consultar primero las
Escrituras. Si empezó de veras la vida de la fe, se ha entregado al Señor para ser
completamente suyo, y él lo ha tomado para amoldarlo según su propósito, a fin
de que sea vaso de honra. Debe tener un ferviente deseo de ser orientado para
seguirlo donde quiera que lo conduzca. Entonces confíe en que él realizará sus
designios, y al mismo tiempo coopere con él obrando su propia salvación con
temor y temblor. Si por experiencia todavía no ha aprendido a conocer la voz
del buen Pastor, podrá hallar dificultades que lo pondrán en situación de duda y
peligro. Usted debiera poder distinguir su voz.—
Testimonios Selectos 4:156, 157
.
[105]
102