Aptos para distinguir teorías falsas, 26 de abril
Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra
común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que
contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.
Judas 3
.
Judas escribe este mensaje con el propósito de alertar a los creyentes acerca
de las influencias seductoras de los falsos maestros que tienen la apariencia de
piedad, pero que no son líderes confiables. En los días finales se levantarán falsos
adoctrinadores que llegarán a ser activos y celosos. Presentarán toda suerte de
teorías para desviar de la verdad que define la posición segura que cada uno
debe ocupar en este tiempo cuando Satanás está trabajando con poder sobre los
religiosos, a quienes induce a pretender que son justos, pero que se equivocan al
no someterse a la orientación del Espíritu Santo.
Se mezclarán falsas teorías con cada fase de la experiencia, y se abogará
con satánico fervor con el propósito de cautivar la mente de cada creyente cuyo
conocimiento no esté enraizado en los sagrados principios de la Palabra de Dios.
En nuestro propio medio se levantarán falsos maestros investidos de espíritus
seductores que sostendrán doctrinas de origen satánico. Con palabras lisonjeras,
con tacto seductor y con tergiversaciones habilidosas, lograrán arrastrar como
discípulos a los que estén desprevenidos.
La única esperanza para nuestra feligresía está en mantenerse muy alerta. Sólo
los que estén bien fundamentados en la verdad de las Escrituras, y sometan a
prueba cada planteamiento con un “Así dice el Señor”, estarán a salvo. El Espíritu
Santo guiará a los que aprecian la sabiduría de Dios que está por encima de los
engaños y sofisterías de las agencias satánicas. Debe haber mucha oración, no
al estilo humano, sino bajo la inspiración del amor a la verdad tal cual es en
Jesús. Las familias que creen en la verdad hablarán palabras de sabiduría y de
inteligencia; palabras que recordarán como resultado de haber escudriñado las
Escrituras.
Ahora es el tiempo de prueba y aflicción. Ahora es cuando los integrantes
de cada familia de creyentes debe cerrar los labios a las acusaciones contra sus
hermanos. Hay que hablar palabras que den coraje y que fortalezcan la fe que obra
por amor y purifica todo el ser.—
Manuscrito 94, 1903 The Kress Collection, 5
.
[128]
125