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Estudiantes dotados para ser testigos, 25 de julio
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no
tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
2 Timoteo
2:15
.
Estén los maestros y los estudiantes atentos para aprovechar las oportunidades
de confesar a Cristo en su conversación. Tal testimonio será más eficaz que muchos
sermones...
Estudiantes, haced que vuestra vida escolar sea tan perfecta como fuere po-
sible. Pasaréis por este camino una sola vez, y son preciosas las oportunidades
a vosotros concedidas. No sólo habréis de aprender a practicar las lecciones de
Cristo. Mientras os educáis, tenéis oportunidad de hablar de las maravillosas
verdades de la Palabra de Dios. Aprovechad toda oportunidad. Dios bendecirá
cada minuto pasado de esta manera. Conservad vuestra sencillez y vuestro amor
por las personas, y el Señor os conducirá por su senda segura. La rica experiencia
que adquiráis será de más valor para vosotros que el oro, la plata o las piedras
preciosas.
No sabéis a qué puesto podréis ser llamados en lo futuro. Dios puede usaros
como empleó a Daniel, para comunicar el conocimiento de la verdad a los po-
derosos de la tierra. Os incumbe decir si tendréis la habilidad y el conocimiento
necesarios para hacer esta obra. Dios puede daros habilidad en todo vuestro saber.
Puede ayudaros para que os adaptéis a los ramos de estudio que emprendáis.
Haced que vuestro primer interés consista en adquirir principios correctos, nobles
y elevadores. Dios desea que testifiquéis por él. No quiere que permanezcáis
inmóviles; quiere que corráis en el camino de sus mandamientos.
Cristo desea emplear a todo estudiante como su agente. Habéis de cooperar
con Aquel que dio su vida por vosotros. ¡Qué ricas bendiciones recibirían nuestras
escuelas si maestros y estudiantes se consagrasen, de corazón, mente, alma y
fuerza, al servicio de Dios, para ser su mano auxiliadora! ¡Su mano auxiliadora!
Esto es lo que podéis ser si os entregáis a su custodia. El os conducirá con
seguridad y os capacitará para que hagáis sendas rectas para vosotros mismos y
para los demás. Os dará conocimiento, sabiduría e idoneidad para un servicio más
completo.—
Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación
Cristiana, 429, 430
(ed. ACES, 1948).
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