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Escritores impresionados por diferentes aspectos, 3 de agosto
Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los
santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
2
Pedro 1:21
.
Presentada por diversas personalidades, la verdad [en la Biblia] aparece en sus
variados aspectos. Un escritor percibe con más fuerza cierta parte del mensaje;
comprende los puntos que armonizan con su experiencia o con sus facultades
de percepción y apreciación; otro nota más bien otro aspecto del mismo asunto;
y cada cual, bajo la dirección del Espíritu Santo, presenta lo que ha quedado
inculcado con más fuerza en su propia mente. De aquí que encontremos en cada
cual un aspecto diferente de la verdad, pero perfecta armonía entre todos ellos. Y
las verdades así reveladas se unen en perfecto conjunto, adecuado para satisfacer
las necesidades de los hombres en todas las circunstancias de la vida.
Dios se ha dignado comunicar la verdad al mundo por medio de instrumentos
humanos, y él mismo, por su Santo Espíritu, habilitó a hombres y los hizo capaces
de realizar esta obra. Guió la inteligencia de ellos en la elección de lo que debían
decir y escribir. El tesoro fue confiado a vasos de barro, pero no por eso deja de ser
del cielo. Aunque llevado a todos los vientos en el vehículo imperfecto del idioma
humano, no por eso deja de ser el testimonio de Dios; y el hijo de Dios, obediente
y creyente, contempla en ello la gloria de un poder divino, lleno de gracia y de
verdad.
En su Palabra, Dios comunicó a los hombres el conocimiento necesario para la
salvación. Las Santas Escrituras deben ser aceptadas como dotadas de autoridad
absoluta y como revelación infalible de su voluntad. Constituyen la regla del
carácter; nos revelan doctrinas, y son la piedra de toque de la experiencia religiosa.
“Toda la Escritura es inspirada por Dios; y es útil para enseñanza, para reprensión,
para corrección, para instrucción en justicia; a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, estando cumplidamente instruido para toda obra buena”.
2 Timoteo 3:16,
17 (VM)
.—
El gran conflicto, introducción, 8, 9
.
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