Victoria mediante Cristo, 25 de diciembre
Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también
participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el
imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor
de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.
Hebreos
2:14, 15
.
La caída del hombre llenó el cielo de tristeza, y el corazón de Jesús fue movido
a compasión infinita por el mundo perdido y la raza arruinada. Contempló al
hombre sumido en el pecado y la miseria, y supo que no tenía la capacidad moral
para vencer el poder de su enemigo, que no duerme. Con amor y misericordia
divinos vino a la tierra para pelear nuestras batallas porque sólo él podía conquistar
al adversario. Vino para unir al hombre con Dios y para impartir fortaleza divina al
arrepentido. Desde el pesebre hasta el Calvario recorrió el sendero que el hombre
debía seguir, dando a cada paso un ejemplo perfecto de lo que el hombre debería
hacer y ejemplificando en su carácter lo que la humanidad podría llegar a ser al
estar unida con la divinidad.
Muchos dicen que Jesús no fue como nosotros somos y, por lo tanto, como
era divino, nosotros no podemos vencer como él venció. Pero esto no es verdad.
“Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia
de Abrahán... Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para
socorrer a los que son tentados”.
Hebreos 2:16-18
. Cristo conoce las pruebas
del pecador, conoce sus tentaciones. Tomó sobre sí nuestra naturaleza y tentado
en todo como nosotros. El lloró, fue un hombre de dolores y experimentado en
quebranto.
Como hombre vivió sobre la tierra. Como hombre ascendió al cielo. Como
hombre es el sustituto de la humanidad. Como hombre vive para interceder por
nosotros. Como hombre volverá otra vez con poder real y gloria para recibir
a los que lo aman y para quienes está preparando ahora un lugar. Deberíamos
regocijarnos y dar gracias a Dios por que “ha establecido un día en el cual juzgará
al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó”.
Hechos 17:31
.—
The
Bible Echo, 1 de noviembre de 1892
.
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