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Descanso en él, 23 de febrero
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde
de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.
Mateo 11:29
.
Mientras usted anduvo con mansedumbre y humildad de corazón, prosiguió la
tarea que sólo Dios podría realizar en su ser. Obró en su espíritu tanto el querer
como el hacer por su buena voluntad. El mayor placer reside en permanecer en
Cristo y descansar en su amor. No permita que nada le robe la paz interior, la
tranquilidad y la certeza de que ahora mismo usted es aceptado. Aférrese de
cada promesa, todas le pertenecen si cumple con las condiciones que el Señor
estableció. Someter completamente a Jesús todos sus caminos, es muy sabio;
seguir la senda del Señor es el secreto del perfecto descanso en su amor.
Darle la vida significa mucho más de lo que podemos imaginar. Debemos
aprender de su mansedumbre y humildad antes de que podamos darnos cuenta
de lo que significa el cumplimiento de la promesa: “Y hallaréis descanso para
vuestras almas”.
Mateo 11:29
. Como resultado de haber aprendido los hábitos de
Jesús, su humildad y su docilidad, cuando se toma el yugo, el yo es transformado
y nace entonces la deseo de saber más. No existe nadie que no tenga mucho
que aprender. Todos deben ser enseñados por el Maestro. Cuando el creyente se
entrega en las manos del Señor, cada obstáculo del carácter heredado o cultivado
es eliminado. Así es como llega a ser participante de la naturaleza divina. Sólo
cuando muere el yo, Cristo puede vivir en el agente humano. El creyente habita
en Cristo, y Jesús en él.
Cristo desea que todos lleguen a ser estudiantes suyos. Dice: “Acepta mis
enseñanzas; rinde a mí todo tu ser. No voy a anularte, sino que quiero desarrollar
tu carácter para que estés en condiciones de recibir el pase del nivel primario a
una escuela superior. Somete a mí todas tus cosas. Deja que mi vida, mi pacien-
cia, mi resignación, mi clemencia, mi mansedumbre y mi docilidad puedan ser
reproducidas en tu carácter como resultado de habitar en mí y yo en ti. Entonces
no sólo recibirás las promesas, sino que también ‘hallaréis descanso para vuestras
almas’”.
Mateo 11:29
.—
Bible Training School, 1 de agosto de 1903
.
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