Página 194 - Servicio Cristiano (1981)

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El movimiento de expansión de la iglesia
El plan divino
No es el propósito de Dios que sus hijos formen colonias o se
establezcan juntos en grandes comunidades. Los discípulos de Cristo
son sus representantes en la tierra, y Dios quiere que estén dispersa-
dos por todo el país, en pueblos, ciudades y aldeas, como luces en
medio de las tinieblas del mundo.—
Joyas de los Testimonios 3:248,
249
.
El plan de colonizar, o trasladarse de diferentes localidades don-
de existe sólo poca fuerza o influencia, concentrando la influencia
de muchos en una sola localidad, resulta en quitar la luz de los luga-
res donde Dios quisiera que brillara.—
Testimonies for the Church
2:633
.
Si la iglesia de Cristo cumpliera el propósito del Señor, se derra-
maría luz sobre todos cuantos moran en las tinieblas y en regiones de
sombra de muerte. En vez de agruparse y rehuir la responsabilidad
y el peso de la cruz, los miembros de la iglesia deberían dispersarse
por todos los países para irradiar la luz de Cristo y trabajar como él
por la salvación de las almas. Así este “Evangelio del reino” sería
pronto llevado a todo el mundo.—
El Discurso Maestro de Jesucristo,
42
.
Hermanos y hermanas, ¿por qué revolotear sobre las iglesias?
Estudiad la parábola de la oveja perdida y salid como verdaderos
pastores, buscando al descarriado que está en el desierto del pecado.
Rescatad al que perece.—
The Review and Herald, 12 de diciembre
de 1893
.
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Los miembros laicos de nuestras iglesias pueden efectuar una
obra que, hasta aquí, apenas han comenzado. Nadie debe mudarse a
lugares nuevos, meramente por causa de las ventajas mundanales;
sino que, donde haya oportunidad de ganarse la vida, debieran si-
tuarse familias que estén bien cimentadas en la verdad, una o dos
familias en cada lugar, para trabajar como misioneros. Las tales
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