Página 205 - Servicio Cristiano (1981)

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La obra caritativa cristiana
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El amor de Cristo, manifestado en un ministerio de abnegación,
será más eficaz, para reformar al malvado, de lo que podría ser
la espada o la corte de justicia. Estas últimas son necesarias para
infundir terror al criminal, pero el misionero amante puede hacer
mucho más que esto. Muchas veces el corazón que se endurece bajo
la reprobación, se derrite bajo el amor de Cristo.—
El Ministerio de
Curación, 98, 99
.
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Para recordar
En todas nuestras asociaciones hay que tener presente que en
la experiencia de los demás hay capítulos sellados en que no pene-
tran las miradas de los mortales. En las páginas del recuerdo hay
tristes historias inviolab’es que yacen sagradamente ocultas de los
ojos ajenos. Hay consignadas allí largas y rudas batallas libradas en
circunstancias críticas, tal vez desórdenes en la vida del hogar, que
día tras día debilitan el ánimo, la confianza y la fe. Los que pelean
la batalla de la vida contra fuerzas superiores pueden ser fortaleci-
dos y alentados merced a pequeñas atenciones que sólo cuestan un
esfuerzo de amor. Para los tales, un fuerte apretón de la mano de
un verdadero amigo, vale más que el oro y la plata. Las palabras
de bondad son tan bien recibidas como lo son las sonrisas de los
ángeles.
Hay muchedumbres que luchan con la pobreza, que se ven obli-
gadas a duro trabajo por modestos salarios, y que apenas pueden
suplir las necesidades primordiales de la vida. Las penas y privacio-
nes, sin esperanza de mejora, hacen muy pesadas sus cargas. Cuando
a esto se añaden los dolores y la enfermedad, la carga resulta casi
insoportable. Gastados y agobiados, no saben adónde dirigirse en
busca de alivio. Simpatícese con ellos en sus pruebas, sus congojas y
sus desengaños. Esto abrirá el camino para llevarles ayuda. Háblese-
les de las promesas de Dios, órese con ellos y por ellos, infúndaseles
esperanza.—
El Ministerio de Curación, 148
.
Para muchos la vida es una lucha dolorosa: se sienten deficientes,
desgraciados y descreídos; piensan que no tienen nada que agradecer.
Las palabras de bondad, las miradas de simpatía, las expresiones
de gratitud, serían para muchos que luchan solos como un vaso de
agua fría para un alma sedienta. Una palabra de simpatía, un acto de