Página 206 - Servicio Cristiano (1981)

Basic HTML Version

202
Servicio Cristiano
bondad, alzaría la carga que doblega los hombros cansados. Cada
[237]
palabra y obra de bondad abnegada es una expresión del amor que
Cristo sintió por la humanidad perdida.—
El Discurso Maestro de
Jesucristo, 26
.
Extended una mano ayudadora
El pecado es el mayor de todos los males, y nos incumbe com-
padecernos del pecador y ayudarlo. Pero no todos pueden ser alcan-
zados de la misma manera. Hay muchos que ocultan el hambre de
su alma. Les ayudaría grandemente una palabra tierna o un recuer-
do bondadoso. Hay otros que están en la mayor necesidad, y, sin
embargo, no lo saben. No se percatan de su terrible indigencia del
alma. Hay multitudes tan hundidas en el pecado que han perdido
el sentido de las realidades eternas, han perdido la semejanza con
Dios, y apenas saben si tienen almas que salvar o no. No tienen
fe en Dios ni confianza en el hombre. Muchas de estas personas
pueden ser alcanzadas únicamente por actos de bondad desinteresa-
da. Primero hay que atender sus necesidades físicas: alimentarlas,
limpiarlas y vestirlas decentemente. Al ver la evidencia de nuestro
amor abnegado, les será más fácil creer en el amor de Cristo.
Hay muchos que yerran, y que sienten su vergüenza e insensatez.
Miran sus faltas y errores hasta ser arrastrados casi a la desespera-
ción. No debemos descuidar a estas almas. Cuando uno tiene que
nadar contra la corriente, toda la fuerza de ésta lo rechaza. Extiénda-
sele una mano auxiliadora como se extendió la mano del Hermano
Mayor hacia Pedro cuando se hundía. Diríjansele palabras llenas
de esperanza, palabras que establezcan la confianza y despierten en
ellos el amor.—
Lecciones Prácticas del Gran Maestro, 355
.
Al alma apesadumbrada por la vida de pecado, pero que no sabe
dónde encontrar alivio, presentadle al Salvador compasivo. Tomadla
de la mano, levantadla, decidle palabras de aliento y de esperan-
za. Ayudadla a asirse de la mano del Salvador.—
El Ministerio de
[238]
Curación, 158, 159
.