Página 230 - Servicio Cristiano (1981)

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Servicio Cristiano
testimonio se daría a los que acuden a oír la verdad! Y ¡cuántas
almas podrían ganarse para Cristo!—
Testimonies for the Church
6:64
.
La confesión que hacemos de la fidelidad de Dios es el agente
escogido del cielo para revelar a Cristo al mundo. Tenemos que
reconocer su gracia revelada por los santos hombres de antaño;
pero lo que ha de producir mayor efecto es el testimonio de nuestra
propia experiencia. Somos testigos de Dios al revelar en nosotros
mismos la obra de un poder que es divino. Cada individuo tiene una
vida distinta de la de los demás, y una experiencia esencialmente
diferente de la de ellos. Dios quiere que nuestra alabanza suba hasta
él con la marca de nuestra propia individualidad. Este precioso
reconocimiento para alabanza de la gloria de su gracia, cuando
va confirmado con una vida cristiana, tiene poder irresistible para
realizar la salvación de las almas.—
El Ministerio de Curación, 93
.
Alabanza y acción de gracias
El alabar a Dios de todo corazón y con sinceridad, es un deber
igual al de la oración. Hemos de mostrar al mundo y a los seres
celestiales que apreciamos el maravilloso amor de Dios hacia la
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humanidad caída, y que esperamos bendiciones cada vez mayores
de su infinita plenitud. Mucho más de lo que lo hacemos, debemos
hablar de los preciosos capítulos de nuestra vida cristiana. Después
de un derramamiento especial del Espíritu Santo, aumentarían gran-
demente nuestro gozo en el Señor y nuestra eficiencia en su servicio,
al repasar sus bondades y sus maravillosas obras en favor de sus
hijos. Estas prácticas rechazan el poder de Satanás. Excluyen el espí-
ritu de murmuración y queja, y el tentador pierde terreno. Fomentan
aquellos atributos del carácter que habilitarán a los habitantes de la
tierra para las mansiones celestiales. Un testimonio tal tendrá in-
fluencia sobre otros. No se puede emplear un medio más eficaz para
ganar almas para Cristo.—
Lecciones Prácticas del Gran Maestro,
274, 275
.
El Señor desea que mencionemos su bondad y hablemos de su
poder. Se lo honra mediante la expresión de alabanza y agradeci-
miento. El dice: “El que sacrifica alabanza me honrará.” Cuando
los hijos de Israel viajaban por el desierto, alababan a Dios con