Página 269 - Servicio Cristiano (1981)

Basic HTML Version

El Espíritu Santo
265
predijeron el derramamiento de la gracia espiritual en una medida
extraordinaria sobre la iglesia de Dios. El derramamiento del Espíri-
tu en los días de los apóstoles fué el comienzo de la lluvia temprana,
y gloriosos fueron los resultados. Hasta el fin del tiempo, la presen-
cia del Espíritu ha de morar con la iglesia fiel.—
Los Hechos de los
Apóstoles, 44, 45
.
El derramamiento del Espíritu en los días de los apóstoles fué “la
lluvia temprana”, y glorioso fué el resultado. Pero la lluvia tardía será
más abundante. ¿Cuál es la promesa hecha a los que viven en estos
postreros días? “Tornaos a la fortaleza, oh presos de esperanza: hoy
también os anunció que os daré doblado.” “Pedid a Jehová lluvia en
la sazón tardía Jehová hará relámpagos, y os dará lluvia abundante,
y hierba en el campo a cada uno.”—
Joyas de los Testimonios 3:211
.
Dios está dispuesto a conferirlo
El Señor está más dispuesto a dar el Espíritu Santo a los que le
sirven, que los padres a dar buenas dádivas a sus hijos.—
Los Hechos
de los Apóstoles, 41
.
En toda ocasión y lugar, en todas las tristezas y aflicciones, cuan-
do la perspectiva parece sombría y el futuro nos deja perplejos y nos
sentimos impotentes y solos, se envía el Consolador en respuesta a la
oración de fe. Las circunstancias pueden separarnos de todo amigo
terrenal, pero ninguna circunstancia ni distancia pueden separarnos
del Consolador celestial. Dondequiera que estemos, dondequiera que
vayamos, está siempre a nuestra diestra para apoyarnos, sostenernos
y animarnos.—
El Deseado de Todas las Gentes, 607
.
[312]
Mañana tras mañana, cuando los heraldos del Evangelio se arro-
dillan delante del Señor y renuevan sus votos de consagración, él
les concede la presencia de su Espíritu con su poder vivificante y
santificador, y al salir para dedicarse a los deberes diarios, tienen la
seguridad de que el agente invisible del Espíritu Santo los capacita
para ser colaboradores juntamente con Dios.—
Los Hechos de los
Apóstoles, 46
.
Vivimos en el tiempo del poder del Espíritu Santo. El está pro-
curando difundirse por medio de los instrumentos humanos, y está
acrecentando de este modo su influencia en el mundo.—
The Sout-
hern Watchman, 3 de noviembre de 1903
.