Página 30 - Servicio Cristiano (1981)

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Servicio Cristiano
la tristeza que sentían por haberlo apenado con palabras o actos
de incredulidad. Pero se consolaron con el pensamiento de que es-
taban perdonados. Y resolvieron que, hasta donde fuese posible,
expiarían su incredulidad confesándolo valientemente delante del
mundo.—
Los Hechos de los Apóstoles, 30
.
Los dos endemoniados curados fueron los primeros misione-
ros a quienes Cristo envió a predicar el Evangelio en la región de
Decápolis. Durante tan sólo algunos momentos habían tenido esos
hombres oportunidad de oir las enseñanzas de Cristo. Sus oídos no
habían percibido un solo sermón de sus labios. No podían instruir
a la gente como los discípulos que habían estado diariamente con
Jesús. Pero, llevaban en su persona la evidencia de que Jesús era el
Mesías. Podían contar lo que sabían; lo que ellos mismos habían
visto y oído y sentido del poder de Cristo. Esto es lo que puede hacer
cada uno cuyo corazón ha sido conmovido por la gracia de Dios.
Juan, el discípulo amado escribió: “Lo que era desde el principio,
lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que
hemos mirado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida;
... lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos.” Como testigos
de Cristo, debemos decir lo que sabemos, lo que nosotros mismos
hemos visto, oído y palpado. Si hemos estado siguiendo a Jesús paso
a paso, tendremos algo oportuno que decir acerca de la manera en
que nos ha conducido. Podemos explicar cómo hemos probado su
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promesa, y la hemos hallado veraz. Podemos dar testimonio de lo
que hemos conocido acerca de la gracia de Cristo. Este es el testimo-
nio que nuestro Señor pide y por falta del cual el mundo perece.—
El
Deseado de Todas las Gentes, 295
.
Canales de luz y bendición
Hemos de ser canales consagrados a través de los cuales la vida
celestial ha de fluir a los demás. El Espíritu Santo ha de animar y
saturar toda la iglesia, purificando y cimentando los corazones.—
Testimonies for the Church 9:20
.
Todo seguidor de Jesús tiene una obra que hacer como misionero
en favor de Cristo, en la familia, en el vecindario, en el pueblo o
ciudad donde viva. Todos los que están consagrados a Dios son
canales de luz. Dios hace de ellos instrumentos de justicia para