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              Servicio Cristiano
            
            
              en el día de la recompensa. La luz de un verdadero cristiano, que
            
            
              brilla a través de una firme piedad, y de una fe invariable, demostrará
            
            
              al mundo el poder de un Salvador vivo. En sus seguidores Cristo
            
            
              será revelado como una fuente de agua, que salta para vida eterna.
            
            
              Aunque para el mundo resulten apenas conocidos, son considerados
            
            
              como el pueblo peculiar de Dios, sus vasos elegidos de salvación,
            
            
              los canales que él tiene por los cuales la luz ha de brillar sobre el
            
            
              mundo.—
            
            
              The Review and Herald, 24 de marzo de 1891
            
            
              .
            
            
              [26]
            
            
              Miembros de la iglesia, permitid que brille la luz. Oiganse vues-
            
            
              tras voces en humilde oración, en testimonio contra la intemperancia,
            
            
              la insensatez y las diversiones de este mundo, y en la proclamación
            
            
              de la verdad para este tiempo. Vuestra voz, vuestra influencia, vues-
            
            
              tro tiempo, todos éstos son dones de Dios, y han de ser usados para
            
            
              ganar almas para Cristo.—
            
            
              Testimonies for the Church 9:38
            
            
              .
            
            
              Se me ha mostrado que los discípulos de Cristo son sus repre-
            
            
              sentantes en toda la tierra; y Dios se propone que sean luces en las
            
            
              tinieblas morales de este mundo, esparcidos por todo el país, en los
            
            
              pueblos, aldeas y ciudades; “espectáculo al mundo, y a los ángeles,
            
            
              y a los hombres”.—
            
            
              Testimonies for the Church 2:631
            
            
              .
            
            
              Los discípulos han de ser la luz del mundo, pero Dios no exige
            
            
              de ellos esfuerzo alguno para lucirse. No aprueba ningún esfuerzo
            
            
              de satisfacción propia para ostentar una bondad superior. El desea
            
            
              que las almas de ellos se saturen de los principios del cielo; pues
            
            
              entonces, al tener contacto con el mundo, manifestarán la luz que
            
            
              hay en ellos. Su inquebrantable fidelidad en cada acto de la vida será
            
            
              un medio de iluminación.—
            
            
              El Ministerio de Curación, 31
            
            
              .
            
            
              Cuando, en medio de su ciego error y prejuicio, se le dió a Saulo
            
            
              una revelación del Cristo a quien perseguía, se lo colocó en directa
            
            
              comunicación con la iglesia, que es la luz del mundo. En este caso,
            
            
              Ananías representa a Cristo, y también representa a los ministros
            
            
              de Cristo en la tierra, asignados para que actúen por él. En lugar
            
            
              de Cristo, Ananías toca los ojos de Saulo, para que reciba la vista,
            
            
              coloca sus manos sobre él, y mientras ora en el nombre de Cristo,
            
            
              Saulo recibe el Espíritu Santo. Todo se hace en el nombre y por la
            
            
              autoridad de Cristo. Cristo es la fuente; la iglesia es el medio de
            
            
              comunicación.—
            
            
              Los Hechos de los Apóstoles, 100
            
            
              .
            
            
              [27]
            
            
              El error prevalece por doquiera. El gran adversario de las almas
            
            
              está alistando sus fuerzas. Emplea todo recurso con el objeto de