Página 170 - Ser Semejante a Jes

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Ser honesto con los demás y con Dios, 3 de junio
Pesa exacta y justa tendrás; efa cabal y justo tendrás, para que tus días sean
prolongados sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.
Deuteronomio 25:15
.
Es mejor tratar honestamente con sus semejantes y con Dios. Usted depende
de Cristo para cada favor del que goza; depende de él para la vida futura inmortal,
y no puede darse el lujo de no tener puesta su mirada en el galardón. Los que
comprenden su dependencia de Dios sentirán que deben ser honrados con sus
semejantes, y por sobre todo deben ser honrados con Dios, de quien proceden
todas las bendiciones de la vida. La desobediencia a los mandamientos positivos
dados por Dios concernientes a los diezmos y las ofrendas, queda registrada en
los libros del cielo como un robo perpetrado contra él.
Nadie que es deshonesto con Dios o con sus semejantes puede prosperar...
El Señor nos ha comprado por su preciosa sangre, y es por su misericordia y
gracia por lo que podemos esperar el gran don de la salvación. Y se nos manda
que hagamos justicia, amemos misericordia y nos humillemos para andar con
nuestro Dios. Y sin embargo, el Señor declara: “Me habéis robado... vosotros la
nación toda me habéis robado”.
Malaquías 3:8, 9
.—
The Review and Herald, 17
de diciembre de 1889
.
Cuando tratamos injustamente a nuestros semejantes o a Dios, despreciamos
la autoridad divina e ignoramos el hecho de que Cristo nos ha comprado con su
propia vida.
El mundo está robando a Dios en gran medida. Cuanto más riquezas él les
imparte, tanto más la gente las reclama como suyas para ser empleadas como
a ellos les agrada. ¿Pero irán en pos de las costumbres del mundo los profesos
seguidores de Cristo? ¿Perderemos la paz de la conciencia, la comunión con Dios
y la comunidad con nuestros hermanos y nuestras hermanas debido a que hemos
fallado en dedicar a su causa la porción que él reclama como suya?
Que los que pretenden ser cristianos recuerden: están trabajando con el capital
que Dios les ha confiado, y se requiere de ellos que sigan fielmente las instruc-
ciones de las Escrituras concernientes a su uso. Si viven en armonía con Dios, no
cometerán ningún desfalco con los bienes de su Señor, ni los invertirán en sus
propias empresas egoístas.—
Consejos sobre Mayordomía Cristiana, 82, 83
.
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