Página 203 - Ser Semejante a Jes

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El fanatismo y el ruido no son evidencia de fe, 4 de julio
Doy gracias a Dios que hablo en lenguas... pero en la iglesia prefiero hablar
cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar... a otros, que diez mil
palabras en lengua desconocida.
1 Corintios 14:18, 19
.
Primero debe arrancarse de raíz el error, luego el suelo queda preparado para
que brote la buena semilla y lleve fruto para la gloria de Dios. El único remedio...
es por medio de disciplina y organización. Un espíritu de fanatismo ha regido a
cierta clase de observadores del sábado... Han bebido tan sólo pocos sorbos de la
fuente de la verdad y no conocen el espíritu del mensaje del tercer ángel. Nada
puede hacerse para esta clase hasta que corrija sus opiniones fanáticas. Algunos
que estuvieron en el movimiento de 1854 han traído con ellos puntos de vista
erróneos, tales como la no resurrección de los impíos y la era futura, y están
tratando de unir esas opiniones y su experiencia pasada con el mensaje del tercer
ángel. No pueden hacer eso; no hay concordia entre Cristo y Belial.
La no resurrección de los impíos y sus puntos de vista particulares con respecto
al mundo futuro, son errores graves que Satanás ha introducido poco a poco entre
las herejías de los últimos días para que sirvan a su propio propósito de arruinar
almas. Esos errores no pueden estar en armonía con el mensaje de origen celestial.
Algunas de esas personas tienen manifestaciones de lo que llaman dones, y
dicen que el Señor las ha colocado en la iglesia. Hablan una jerigonza incom-
prensible que llaman la lengua desconocida, y que lo es no sólo para los seres
humanos, sino para el Señor y todo el cielo. Esos dones son fabricados por hom-
bres y mujeres ayudados por el gran engañador. El fanatismo, la falsa agitación,
el falso hablar en lenguas y los servicios ruidosos han sido considerados como
dones que Dios ha colocado en la iglesia. Algunos han sido engañados. El fruto de
todo esto no ha sido bueno. “Por sus frutos los conocerán”. El fanatismo y el ruido
han sido considerados como evidencias especiales de la fe. Algunos no se quedan
satisfechos con una reunión a menos que sientan cierto poder y momentos felices.
Trabajan para esto y despiertan sentimientos de excitación, pero la influencia
de tales reuniones no es benéfica. Una vez desaparecida la sensación fugaz de
felicidad, descienden más bajo que antes de la reunión, porque su felicidad no
proviene de la debida fuente. Las reuniones más provechosas para el progreso
espiritual son aquellas que se caracterizan por la solemnidad y el escudriñamiento
profundo del corazón; en las cuales cada uno procura conocerse a sí mismo y con
fervor y profunda humildad se esfuerza por aprender de Cristo.—
Testimonies for
the Church 1:411, 412
.
Joyas de los Testimonios 1:161
.
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