Página 120 - La Segunda Venida y el Cielo (2003)

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La Segunda Venida y el Cielo
la posibilidad de apresurar la venida del día de Dios. Si la iglesia
de Cristo hubiera llevado a cabo la obra señalada tal como el Señor
lo mandó, todo el mundo ya hubiera sido amonestado y el Señor
Jesús hubiera venido a la tierra en poder y gran gloria.—
Maravillosa
Gracia de Dios, La, 353
.
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Aún un poco más
—Cristo va a venir en las nubes y con grande
gloria. Le acompañará una multitud de ángeles resplandecientes.
Vendrá para resucitar a los muertos y para transformar a los santos
vivos de gloria en gloria. Vendrá para honrar a los que le amaron
y guardaron sus mandamientos, y para llevarlos consigo. No los
ha olvidado ni tampoco ha olvidado su promesa. Volverán a unirse
los eslabones de la familia. Cuando miramos a nuestros muertos,
podemos pensar en la mañana en que la trompeta de Dios resonará,
cuando “los muertos serán levantados sin corrupción, y nosotros
seremos transformados”. Aún un poco más, y veremos al Rey en su
hermosura. Un poco más, y enjugará toda lágrima de nuestros ojos.
Un poco más, y nos presentará “delante de su gloria irreprensibles,
con grande alegría”. Por lo tanto, cuando dio las señales de su venida,
dijo: “Cuando estas cosas comenzaren a hacerse, mirad, y levantad
vuestras cabezas, porque vuestra redención está cerca”.—
El Deseado
de Todas las Gentes, 586
.
Aún un poquito
—Transcurrirá sólo un poquito más de tiempo
antes de que Jesús venga a salvar a sus hijos y a darles el toque final
de la inmortalidad. “Porque es necesario que esto corruptible se vista
de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad”.
1 Corintios
15:53
. Los sepulcros se abrirán y los muertos saldrán victoriosos,
y exclamarán: “¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh
sepulcro, tu victoria?”
1 Corintios 15:55
. Nuestros seres amados que
duermen en Jesús resucitarán revestidos con la inmortalidad.
Y cuando los redimidos suban al cielo, las puertas de la ciudad
de Dios se abrirán de par en par, y entrarán los que han guardado
la verdad. Una voz más armoniosa que música alguna que hayan
escuchado los oídos mortales, se oirá decir: “Venid, benditos de
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mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fun-
dación del mundo”.
Mateo 25:34
. Entonces los justos recibirán su
recompensa. Sus vidas correrán paralelas con la vida de Jehová.
Echarán sus coronas a los pies del Redentor, pulsarán las doradas ar-