Página 121 - La Segunda Venida y el Cielo (2003)

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El día se acerca
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pas y llenarán todo el cielo de música armoniosa.—
Consejos Sobre
Mayordomía Cristiana, 365
.
El fin está cerca
—La venida del Señor está más cercana de
cuando creímos por primera vez. El gran conflicto se está aproxi-
mando a su final. Las noticias de cada calamidad que ocurre en el
mar o en la tierra son testimonios del hecho de que el fin de todas
las cosas está cercano. Las guerras y los rumores de guerra así lo
indican. ¿Hay algún cristiano cuyo pulso no se apresure al anticipar
los grandes acontecimientos que se están desarrollando ante nuestros
ojos?—
El Evangelismo, 163
.
La promesa es segura
—Por largo tiempo hemos aguardado el
retorno de nuestro Salvador. Sin embargo, su promesa es segura.
Pronto estaremos en nuestro hogar prometido. Allí Jesús nos con-
ducirá junto a la corriente viva que fluye del trono de Dios, y nos
explicará las oscuras providencias por las cuales nos condujo en esta
tierra a fin de perfeccionar nuestros caracteres. Allí contemplaremos,
con clara visión, las hermosuras del Edén restaurado. Arrojando a
los pies de nuestro Redentor las coronas que él habrá puesto sobre
nuestras cabezas, y pulsando nuestras arpas de oro, llenaremos todo
el cielo con alabanzas a Aquel que se sienta en el trono.—
Maranata:
El Senor Viene, 309
.
Meditar en su venida
—Medite en la verdad presente, en la
segunda venida de Cristo. El Señor está por venir muy pronto. Te-
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nemos tan sólo un corto lapso para presentar la verdad para este
tiempo: la verdad que ha de convertir las almas. Esta verdad debe
presentarse en su máxima sencillez, tal como Cristo la presentó, de
modo que la gente pueda comprender qué es la verdad. La verdad
disipará las nubes del error.—
El Evangelismo, 452
.
Una parte esencial del evangelio
—... La predicación de la se-
gunda venida de Cristo, el anunció de su cercanía, es una parte
esencial del mensaje evangélico.—
Palabras de Vida del Gran Maes-
tro, 180
.
El último llamado
—Dios ha pedido a este pueblo que dé al
mundo el mensaje de la pronta venida de Cristo. Hemos de dar a
los hombres la última invitación a la fiesta del evangelio, la última
invitación a la cena de bodas del Cordero. En miles de lugares donde
no se ha oído el llamamiento, éste ha de ser oído todavía. Muchos de
los que no han dado el mensaje lo han de proclamar todavía. Vuelvo